Sólo 5 de los 17 republicanos que se necesitan para condenar a Donald Trump votaron a favor de iniciar el juicio político en el Senado, por lo que se perfila que el ex Presidente libre el cargo de "incitación a la insurrección" ante los disturbios en el Capitolio el 6 de enero.
En una votación de 55 a 45 que sugirió que el Senado no tiene los votos para condenar al ex Presidente, los senadores descartaron por poco un esfuerzo republicano por desestimar el cargo de juicio político como inconstitucional.
Se esperaba que los senadores pongan el juicio en pausa durante dos semanas, lo que retrasaría cualquier debate adicional sobre el asunto.
La pausa le dará tiempo al Presidente Biden para obtener la confirmación de los miembros de su administración y le dará al equipo legal aún en formación de Trump la oportunidad de preparar su defensa.
Los senadores aún podían cambiar de opinión. Pero por ahora, la votación señaló la probabilidad de que Trump fuera absuelto por segunda vez en un año por el Senado en un cargo de juicio político, evitado por republicanos leales que se mostraban reacios a romper con él.
Se necesitarían dos tercios de los senadores (67 votos) para lograr una condena, lo que significa que 17 republicanos tendrían que cruzar las líneas de partido para ponerse del lado de los demócratas para encontrarlo culpable.
Se dice que el senador Mitch McConnell, republicano de Kentucky y líder de la minoría, cree que Trump cometió delitos impugnables en torno al mortal asedio al Capitolio y ha dicho que está indeciso sobre el cargo.
Sin embargo, votó con la gran mayoría del partido para defender el desafío constitucional, que habría terminado efectivamente el juicio si hubiera prevalecido.
El senador Rand Paul, republicano de Kentucky, forzó la votación después de argumentar que era inconstitucional llevar a cabo un juicio político de un ex Presidente, una afirmación ampliamente disputada por académicos e incluso por el propio Senado en el pasado.
"Los ciudadanos privados no son acusados. El juicio político es para la destitución del cargo, y el acusado aquí ya dejó el cargo", dijo Paul, calificando el juicio de "desquiciado" y vengativo.
Entre los republicanos que se unieron a los demócratas en la votación para dejar de lado la objeción y proceder se encontraban los senadores Lisa Murkowski de Alaska, Susan Collins de Maine, Mitt Romney de Utah, Ben Sasse de Nebraska y Patrick Toomey de Pennsylvania. "Mi revisión me ha llevado a concluir que es constitucional al reconocer que el juicio político no se trata únicamente de destituir a un Presidente, también es una cuestión de consecuencias políticas", dijo Murkowski, quien ha elogiado el juicio político bipartidista de la Cámara.