Lo único que hicieron fue huir de la casa donde se les alberga mientras son deportados por autoridades hacia su país de origen.
Esta mujer originaria de Tonatico, Estado de México, asegura que anualmente conforma grupos de 80 mexicanos a quienes ayuda con trámites de visa, regularización de documentos para poder visitar a sus familiares en Chicago Illinois, Wisconsin, Texas, Utah entre otros durante tres semanas para posteriormente regresar a su país de origen.
Con el fin de entablar una cooperación con los gobiernos centroamericanos para salvaguardar la seguridad y derechos humanos de los migrantes.
De acuerdo con su informe anual 2020, el año pasado unas 80 mil personas originarias de El Salvador, Guatemala y Honduras se desplazaron por la fuerza, sumando en total alrededor de 867 mil 800 personas de esos países que se encuentran desplazadas.
De acuerdo con las indagatorias realizadas, los migrantes llevaban cinco días en ese inmueble y esperaban a una persona quien los trasladaría a Estados Unidos de América.
