Llegar a Estados Unidos era su mayor sueño, poder ganar lo que en Honduras no pudo: mandar dinero a su familia para comer, vestir y calzar era su objetivo, sin embargo, Esmer no podrá hacerlo, desde hace cinco meses permanece en Toluca, durante este tiempo se ha dedicado a limpiar parabrisas o pedir alguna moneda, pero las cosas cambiaron desde hace 20 días, ya que derivado de la pandemia dejó de percibir dinero.
“Es más difícil ahorita, ya no saco dinero como antes ya todo todo cambio, ni autos hay para limpiar, la gente está guardada y nosotros en quiebra".
Está ha sido la mayor crisis para los migrantes que toman de paso el Estado de México, y es que no encuentran apoyo, señalan que la pandemia los ha hecho invisibles para las autoridades, ya que no reciben lo elemental que es jabón, gel antibacterial o cubrebocas para no ser víctimas del COVID-19.
"Si no tenemos para comer, menos para gel o cubrebocas, apoyo por las autoridades no tenemos, estamos olvidados, ahorita estamos sobreviviendo ante el virus y ante el hambre".
Esmer comenta, que su viaje lo ha detenido esperando mejoren las cosas por la pandemia y poder viajar para Estado Unidos, sin embargo ya valora la posibilidad de llegar a Sonora para dedicarse a la agricultura.
“Yo quiero llegar a Sonora a trabajar la agricultura ya cuando se reactive todo esto, se trabaja mucho lo que es la sandía y eso allá no nos piden documentos para trabajar aquí en México, hemos tratado de querer trabajar pero muchos documentos y no ganamos".
Conforme pasan los días, la situación se complica también para 50 migrantes que se encuentran en el Albergue "Hermanos en el Camino", ya que no cuentan con el material de sanidad necesario, además de comida, comentó Armando Vilchis Vargas, presidente de dicho lugar.
"Estamos tratando de tener mucha limpieza, todos los que salen a la calle y vuelven a regresar antes de que entren con la demás gente se lavan la cara y manos, mucho aseo y también en ellos".
Las calles lucen vacías, la poca gente que transita sólo ve de lado a los migrantes quienes piden en los semáforos una moneda para "sobrevivir" o mandar a sus familiares dinero, y poder hacerle frente a la pandemia que también viven.
"Ellos tienen que enviar dinero para su país y no tienen nada, ahorita tienen que recurrir a salir a las esquinas a pedir dinero en los semáforos, a mi no me gusta eso pero no tienen apoyo".
La contingencia por el Coronavirus, también a detenido los apoyos alimenticios que recibían meses atrás, señala Vilchis Vargas.
"En alimentación estamos con las uñas, teníamos apoyo de la asociación civil pero nos bajó mucho, estamos en un cinco por ciento de la ayuda, estamos prácticamente sobreviviendo, en algunos casos hacemos coperacha para algunas cosas que necesitamos".
Ni siquiera el sector Salud, a volteado a verlos para brindarles los insumos necesarios para cumplir con los lineamientos de higiene.
"Y yo aquí con el problema de 50 personas, que tengo que atender todos los días es un problema bien grande, un contagio aquí es de muerte, no podríamos hacerle frente"
En tanto los días transcurren, los migrantes esperan que alguien los vea, de otra manera serán una cifra más de personas contagiadas por coronavirus.