Un sismo con una magnitud de 6.3 remeció el centro de Grecia este miércoles y se sintió en lugares tan alejados como las capitales de las vecinas Albania, Macedonia del Norte, Kosovo y Montenegro.
Por el momento no se reportaron daños personales ni materiales.
El temblor, registrado poco después de las 12:15 horas, hizo que la gente saliese corriendo de sus casas y oficinas en Larissa.
El epicentro se localizó a 22 kilómetros al oeste-noroeste de la localidad, según el Centro Sismológico Euromediterráneo
El Servicio Geológico de Estados Unidos y el programa de seguimiento sísmico Geofon le otorgaron una magnitud de 6.3, mientras que el Instituto Sismológico de la Universidad Aristóteles de Salónica la situó en 6.
Es habitual que las magnitudes varíen entre los distintos institutos sismológicos en las primeras horas después de un temblor.
De las numerosas réplicas que siguieron al terremoto principal, una alcanzó una magnitud preliminar de 5.3.
Grecia está en una zona de gran actividad sísmica. La inmensa mayoría de los temblores que registra no causan daños ni dejan víctimas.
En octubre del año pasado, un sismo que sacudió la costa de la isla de Samos, en el Mar Egeo, y la de la vecina Turquía se cobró la vida de al menos dos personas en suelo griego y de al menos 75 en Turquía.