Las autoridades iraníes han arrestado este martes a varias personas por su supuesta implicación en los envenenamientos con gas de niñas en centros educativos femeninos, en medio de protestas ciudadanas y la represión de los medios de comunicación.
El viceministro de Interior, Majid Mirahmadi, anunció que se han realizado “algunos arrestos” en cinco provincias, pero no indicó cuántas personas han sido detenidas ni si pertenecen algún grupo u organización. “Las agencias de seguridad continúan investigando”, indicó Mirahmadi, según la agencia Mehr.
Se trata de los primeros arrestos vinculados con los envenenamientos de alrededor de 5 mil alumnas de 230 centros educativos en 25 de las provincias iraníes, según los datos proporcionados hoy por el parlamentario Mohammad-Hassan Asafari, miembro de una comisión que investiga las intoxicaciones.
La oleada de envenenamientos comenzó hace tres meses, se ha multiplicado en los últimos días y ha obligado a hospitalizar a miles de alumnas, sin que se haya trascendido la muerte de estudiantes.
Las alumnas han sufrido síntomas como irritación de la garganta, dolores de cabeza, dificultades para respirar, debilidad, arritmias o la imposibilidad de mover las extremidades tras inhalar un supuesto gas.
La oleada de envenenamientos está alimentando el descontento popular, en especial entre los padres, ante la ineficacia de las autoridades a la hora de atajar unos ataques que parecen destinados a paralizar la educación de las estudiantes.
Hoy mismo padres, alumnos y profesores han protestado frente a instituciones educativas por la falta de seguridad de las alumnas en numerosas ciudades del país, como Teherán, Isfahan, Karaj, Mashhad, Rasht, Sanandaj o Shiraz.
Según activistas algunas de estas protestas fueron disueltas por las fuerzas de seguridad con cañones de agua y gases, mientras que los medios oficiales no informaron sobre estas manifestaciones.
Denuncias contra periódicos
Además, las autoridades judiciales han presentado cargos contra varios medios de comunicación del país como los diarios Shargh o Hammihan por “difundir rumores” sobre las intoxicaciones.
“Aquellos que difunden rumores harán frente a consecuencias legales”, dijo el fiscal de Teherán, Ali Salehi, según recoge la agencia ISNA.
El anuncio de los arrestos de produce un día después de que el Ministerio de Sanidad hiciese público un informe que achacó a la “ansiedad” la gran mayoría de los presuntos casos de envenenamiento con gas.
“Menos del 10 por ciento de los casos presentaban síntomas reales y la mayoría está relacionado con la ansiedad”, informó el viceministro de Sanidad iraní, Saeed Karimi, quien forma parte un equipo que investiga los envenenamientos.
“Algunas de las estudiantes fueron expuestas a una sustancia irritante que principalmente se inhala”, dijo el viceministro, que no explicó de qué producto se trata.
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, calificó ayer de “crimen imperdonable” estos ataques y afirmó que si se prueba que son deliberados los culpables deben “recibir el castigo máximo”, que en Irán es la pena de muerte.
En Irán no se ha puesto en duda la educación femenina en los 43 años de existencia de la República Islámica y algunos padres vinculan los envenenamientos con las protestas con marcado tono feminista de los últimos meses, que se habían calmado tras una fuerte represión estatal.
Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas, se quitaron los velos, gritaron “mujer, vida, libertad” e hicieron gestos de desprecio a retratos de Jameneí y del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruholá Jomeiní.
Fuente: El Financiero