El feminicidio se ha convertido en una epidemia mundial a medida que los Estados incumplen su deber de proteger a las víctimas de la violencia de género, ha afirmado un experto de la ONU.
"El feminicidio es una tragedia mundial de proporciones pandémicas", dijo Morris Tidball-Binz, relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias.
"Cada año, decenas de miles de niñas y mujeres, incluidas mujeres trans, son asesinadas en todo el mundo a causa de su género y muchas más corren el riesgo de morir a causa de la violencia de género porque los Estados no cumplen con su deber de proteger eficazmente la vida de las víctimas y garantizar su seguridad", afirmó.
En su informe a la Asamblea General, Tidball-Binz afirmó que las autoridades deben adoptar todas las medidas posibles para investigar y enjuiciar los feminicidios y proporcionar apoyo efectivo, recursos y reparaciones a las víctimas y sus familias y evitar que se repitan". Subrayó que las creencias, costumbres, tradiciones o religiones locales no deben invocarse para limitar los derechos de las mujeres y las niñas o como defensa contra una acusación de feminicidio.