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Publicado en INTERNACIONAL

Las mujeres en Gambia sufren una triple grave discriminación

Martes, 14 Marzo 2023 15:09 Escrito por 

En una entrevista con Noticias ONU, Ndeye Rose Sarr, la directora del Fondo de Población, la agencia para la salud sexual y reproductiva de la ONU, (UNFPA) en el país, subraya los retos a los que se enfrentan las mujeres y las niñas en Gambia y los esfuerzos que la Organización está realizando para abordar estos problemas.

Noticias ONU: ¿Cuál es la situación de las niñas en Gambia y cuáles los principales problemas?

Ndeye Rose Sarr: Cuando una niña empieza a menstruar, es cuando usualmente comienzan los problemas. A partir de los 10 años de edad, las niñas son vistas como potencial para un hombre mayor. Y si aún no han sido mutiladas, habrá en su comunidad quienes querrán asegurarse de que lo hagan.

La tasa de mutilación genital femenina en Gambia se sitúa en alrededor del 76% en el rango de edad de 14 a 49 años, y cerca del 51% para las niñas de hasta 14 años. Eso significa que, en promedio, una de cada dos niñas que se ven en Gambia han sufrido esta mutilación, que consiste en alterar sus genitales cortando el clítoris o los labios.

Esto conlleva a consecuencias para la salud en etapas posteriores de la vida. Cuando dan a luz, pueden tener complicaciones, y las probabilidades de que nazca muerto son mayores. Si el bebé sobrevive, pueden acabar sufriendo una fístula obstétrica, orificios que se forman entre la vagina y la vejiga y que hacen que las mujeres orinen al sentarse. Esto puede llevar a las mujeres a ser excluidas de sus comunidades, y a que sus maridos las abandonen.

Las mujeres son las que participan en la ablación

Las mujeres son quienes participan en la mutilación. Es usualmente una abuela, la que mantiene las tradiciones en la familia. Las gambianas que viven en el extranjero incluso traen a sus hijas para ser sometidas a esta práctica. Y los hombres te dirán que es “cosa de mujeres.”

Lo que buscamos es comprometer a hombres y niños. Estamos en una sociedad donde las decisiones las toman los hombres; los que son maridos, los líderes tradicionales, los líderes religiosos quienes indican lo qué se debe y no se debe de hacer en la sociedad.

Queremos que todos los jóvenes de este país, todos los hombres, ya sean padres, esposos o líderes tradicionales de su comunidad, digan que no a esta práctica. Tenemos estudios que demuestran que, en los países donde los hombres están más involucrados, las tasas han descendido.

Obligar a cumplir la ley

Noticias ONU: ¿Cuánto tiempo pasará, siendo realistas, antes de que podamos ver el fin de la ablación en este país?

Ndeye Rose Sarr: En realidad, la mutilación es ilegal desde 2015. Sin embargo, desde entonces solo se han llevado dos casos ante la justicia, sin condenas.

Hay que hacer cumplir la ley. Y la voluntad del gobierno de seguir persiguiendo y también de ayudarnos a aumentar la concienciación sobre el problema es clave.

Además, tenemos que comprometernos a nivel comunitario. Los ritos de iniciación para las niñas son importantes, pero no tenemos que llegar al extremo de la mutilación genital femenina. Podemos encontrar formas innovadoras de crear ritos de paso, igual que ocurre con los niños en esta parte del mundo. No tiene por qué ser dañino ni algo que invada la autonomía corporal de la persona.

En la actualidad, se lleva a cabo incluso en bebés; no puedes decirme que una niña sabe por lo que está pasando y sea capaz de dar su consentimiento.

Pobreza menstrual

Noticias ONU: La pobreza menstrual también está muy extendida. ¿Qué se puede hacer para combatirla?

Rose Ndeye Sarr: Si, la pobreza menstrual es un problema en toda Gambia, pero es mayor en las áreas rurales, donde las mujeres tienen menos probabilidades de tener acceso a toallas sanitarias.

La pobreza menstrual hace que las niñas falten a la escuela unos cinco días cada mes porque, si ellas no tienen acceso a productos menstruales adecuados, les preocupa mancharse su ropa y ser avergonzadas; eso suma entre 40 a 50 días de un año escolar.

Por lo tanto, los varones tendrán ventaja porque asistirán a la escuela con más regularidad que las niñas, que tienen más probabilidades de abandonar los estudios.

Así que desarrollamos un proyecto en Basse, en la región Alta del Río, para fabricar toallas femeninas reciclables. Es una forma de empoderar a las jóvenes de la comunidad, que ahora tienen un trabajo seguro, aprenden nuevas habilidades y mejoran la higiene menstrual de mujeres y niñas.

Hemos idos a las escuelas a repartir las toallas femeninas y, cuando estamos ahí, aprovechamos para hablar de autonomía corporal y de educación sanitaria comprensiva, para que las niñas conozcan mejor su cuerpo, lo que les pasa, lo que está bien y lo que no. Creo que estamos marcando la diferencia en Basse.

Tenemos que entender que hay niñas en este mundo que no tienen acceso a la salud e higiene menstrual y que tampoco tienen acceso a productos adecuados cuando tienen la menstruación. Y tenemos que ponerle un fin a eso.

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