La cifra de muertos por las inundaciones que golpearon la ciudad oriental libia de Derna superó el miércoles las cinco mil personas y se esperaba que siguiera subiendo, según un funcionario de salud, mientras las autoridades trataban de llevar ayuda a la ciudad costera, donde miles de personas seguían desaparecidas y decenas de miles se habían quedado sin techo.
Trabajadores de emergencia recuperaron ayer más de mil 500 cuerpos entre los escombros de Derna, informó Mohammed Abu-Lamousha, portavoz del Ministerio del Interior para el este de Libia.
La impresionante cifra de muertes y la devastación causada por la tormenta en el Mediterráneo pusieron de relieve la intensidad del fenómeno, pero también la vulnerabilidad de una nación azotada por el caos durante más de una década, desde el asesinato del líder Muamar Kadafi, quien gobernó Libia durante 42 años, hasta su derrocamiento y posterior asesinato el 20 de octubre de 2011, por milicianos opositores del Consejo Nacional de Transición, apoyados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Actualmente el país está dividido por gobiernos rivales, uno en el este y otro en el oeste, y el resultado ha sido el abandono de infraestructura en muchas regiones.
Ayer, la ayuda exterior apenas empezaba a llegar a Derna, más de 36 horas después de la catástrofe. Las inundaciones dañaron o destruyeron muchas carreteras de acceso a la ciudad costera de unos 89 mil habitantes.
Es probable que la cifra de muertes aumente, advirtió Tamer Ramadan, enviado libio para la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Durante una sesión informativa de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, el funcionario indicó a través de una videollamada desde Túnez que por lo menos 10 mil personas siguen desaparecidas. Más tarde, detalló que más de 40 mil personas fueron desplazadas.
La situación en Libia es “tan devastadora como la situación en Marruecos”, señaló Ramadan, en referencia al terremoto que golpeó el viernes el país norafricano.
La destrucción llegó el domingo por la noche. Mientras la tormenta azotaba la costa, los habitantes de Derna dijeron haber oído explosiones y se dieron cuenta de que las represas de las afueras de la ciudad se habían derrumbado. Se desencadenaron inundaciones repentinas por el Wadi Derna, río que discurre desde las montañas a través de la ciudad y desemboca en el mar.
El muro de agua “borró todo a su paso”, dijo un residente.
Los videos subidos a Internet mostraban grandes franjas de lodo y escombros.
Fuente: La Jornada