Los talibanes clamaron este lunes la conquista de la provincia norteña de Panjshir, la única región del país que no había caído en manos de los islamistas, aunque la histórica resistencia que ha protegido la zona por décadas niega la captura y ha llamado a seguir luchando en todo Afganistán.
Este era el último escollo al que se enfrentaban los talibanes tras la toma de Kabul el 15 de agosto, e hicieron el anuncio el mismo día en que aseguraban la "pronta" formación de un gobierno interino que no acaba de llegar por "problemas técnicos".
En los últimos días se habían registrado intensos combates entre los insurgentes y las fuerzas opositoras, una resistencia dirigida por el exvicepresidente afgano Amrullah Saleh, autoproclamado nuevo presidente de Afganistán tras la huida del exmandatario Ashraf Ghani del país durante la toma de Kabul, y Ahmad Massoud, hijo del difunto comandante afgano Ahmad Shah Massoud, "el león del Panjshir", una leyenda por haber hecho frente a los soviéticos y a los talibanes.
"La última fortaleza del enemigo mercenario, la provincia de Panjshir, fue completamente conquistada", aseguró en un comunicado el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.
De acuerdo con el portavoz, "la provincia de Panjshir ha quedado bajo el control total del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes)", después de intensos combates durante días.