Colombia y varios países de Centroamérica son vulnerables a los efectos de la crisis climática y no tienen la capacidad de adaptarse a ella, mientras que México y Brasil están mejor preparados para hacer frente a esos cambios.
Es una de las conclusiones de cuatro informes publicados este jueves por el gobierno de Estados Unidos sobre la relación entre crisis climática, migración y seguridad, que también advierten de que China podría beneficiarse de los cambios en el clima para ganar influencia.
Los informes de la Casa Blanca, el Pentágono, la oficina de la directora de inteligencia de EE.UU. (ODNI, en inglés) y el Departamento de Seguridad Nacional marcan la primera vez que el gobierno estadounidense examina detenidamente los desafíos geopolíticos que plantea la crisis climática, y su relación con la migración.
"Los crecientes efectos físicos del cambio climático hasta 2040 y más allá se sentirán de forma más grave en los países en desarrollo, que son también los menos capaces de adaptarse a esos cambios", indica el análisis de la ODNI.
Ese informe de la comunidad de inteligencia estadounidense identifica once países de "gran preocupación", además de dos regiones enteras: África Central y las islas del Pacífico.
Los once países son Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Haití, Afganistán, Birmania, India, Pakistán, Irak y Corea del Norte. Según la ODNI, todos ellos son "enormemente vulnerables a los efectos físicos" de la crisis climática y "no tienen la capacidad de adaptarse".
"En estos once países es especialmente probable que haya temperaturas cada vez más calientes, incidentes climáticos extremos y perturbaciones en los patrones del océano que amenazarán su seguridad energética, alimentaria, de agua y sanitaria", advierte el documento.
El informe recomienda al gobierno estadounidense ayudar a esos países a "mejorar su resiliencia frente al cambio climático", con el objetivo de "mitigar riesgos futuros para los intereses de Estados Unidos".