Vans dio a conocer una gran noticia para la industria creativa en el 2019. El concurso Global Custom Culture llegaría por primera vez a nuestro País para impulsar la creatividad y el talento regional, teniendo como premio la venta alrededor del mundo del modelo de los Vans intervenidos por los artistas ganadores.
Con más de 100 mil trabajos inscritos y después de varias etapas de selección, tres diseños fueron los elegidos para representar a las regiones participantes: Norteamérica, Asia Pacífico y Europa.
Y sí, un mexicano ganó, su nombre: Carlos Loyo, un artista, arquitecto social sostenible y diseñador, con una curiosidad inagotable.
"Desde que era un bebé rayaba todas las paredes y muebles de mi casa, luego me metí de lleno al arte. Mi primera exposición en un museo fue a los 12 años de edad", dice el creativo en entrevista para Moda.
En el proceso de este concurso Loyo estuvo entre los 10 finalistas de la región de Norteamérica (Canadá, Estados Unidos y México), junto con los también mexicanos Margarita Souza y Ricardo Arnauda, donde resultó vencedor.
"Fue muy divertido llegar a esta etapa en la que hice mi diseño en físico, interviniendo un par completamente blanco", cuenta el diseñador, quien viaja a zonas rurales y territorios indígenas constantemente para construir en pro de los lugareños con materiales naturales.
"El día que se anunció el diseño ganador me desperté a las seis de la mañana y como no queriendo ver, abrí la página y me enteré que mi trabajo había sido elegido", comparte quien también es un experto en la personalización de artículos de piel, "Estoy listo para una oportunidad de esta magnitud. Me encuentro en un momento de vida en el que estoy en sintonía con quién soy y con lo que puedo hacer".
El alemán Marc David Spengler y HoyaHoya de Corea fueron los otros galardonados, llevándose un premio de 25 mil dólares y la oportunidad de ver su diseño en tiendas.
"Tuve la oportunidad de trabajar con un diseñador en California para hacer el patrón y que así el diseño conservara sus cualidades de haber sido pintado a mano", puntualiza el nacional.
A Loyo una de las cosas que más le emociona es ver su propuesta en las calles.
"No puedo esperar a ver a gente que no conozco caminando por ahí con un diseño mío. Lo más enriquecedor es que nuestro trabajo resuene con los demás y que encuentren en mis ideas algo que les signifique de manera personal", añade.
Para el coahuilense es de suma importancia hacer cosas con significado y con valor social que sean relevantes para las personas que las usan, pues al tener una relación con el objeto, es más sencillo valorarlo y edificar un camino hacia la sostenibilidad. "Creo profundamente en que las ideas hay que materializarlas, hay que hacer que el diseño pueda ser utilizado por más personas y que ellas también puedan hacerlo suyo e interactuar con él", finaliza.