La vitamina A es una sustancia con numerosos beneficios tanto para la salud como para la belleza.
Clara Joaquim, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), explica que existen dos formas principales de vitamina A.
Por un lado están los retinoides (retinol, retinal, ácido retinoico) que provienen de fuentes animales y son las formas más activas.
Por otro lado, están los carotenoides (provitamina A), de origen vegetal. “El β-caroteno es el único que pueden metabolizar a retinal en los mamíferos, paso necesario para su absorción”, puntualiza.
La vitamina A es muy importante para la visión. En este sentido, la doctora Joaquim manifiesta que la vitamina A “participa en el proceso de visión, tanto en la fototransducción como en la visión de los colores, ya que el retinal se incorpora a las células fotorreceptoras”.
La fototransducción es el proceso mediante el cual la información captada por las células fotorreceptoras del ojo se transforma en señal eléctrica y es enviada al cerebro que la reconoce e interpreta.
Además, la vitamina A desempeña un papel destacado en la salud celular de la conjuntiva y la retina y es necesaria para el desarrollo conjuntival y corneal en el feto.
La endocrinóloga explica que los alimentos de origen animal que más vitamina A contienen son: la carne (sobre todo vísceras como el riñón o el hígado), la yema del huevo y los productos lácteos como la mantequilla.
En cuanto a los alimentos de origen vegetal ricos en vitamina A, están los vegetales de hoja verde, el boniato, la zanahoria y las verduras y también las frutas de colores intensos.
La doctora Joaquim indica que “para obtener un aporte adecuado de vitamina A, la dieta debe ser variada e incluir huevos, lácteos, vegetales de hojas verdes como las espinacas; hortalizas como la zanahoria o el tomate; y frutas como el albaricoque o el mango”.
La endocrinóloga explica que en países subdesarrollados es habitual el déficit de vitamina A debido a la mala alimentación.
Beneficios la belleza
Por otro lado, la vitamina A es una sustancia muy apreciada para el cuidado de la piel.
“Los dermatólogos hablamos de retinoides tópicos para referirnos a todas aquellas moléculas derivadas de la vitamina A que tienen propiedades antienvejecimiento”, precisa Cristina García Millán, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
“Los retinoides tópicos han demostrado su eficacia y seguridad en el tratamiento del envejecimiento y fotoenvejecimiento”, asegura la especialista.
“También existe evidencia que respalda el uso de los retinoides tópicos, en monoterapia o en combinación con otros agentes tópicos, en el tratamiento de los trastornos pigmentarios como el melasma, los lentigos solares y la hiperpigmentación postinflamatoria”, añade.
La dermatóloga afirma que los retinoides tópicos son adecuados para todos los tipos de piel y para muchas patologías cutáneas, salvo para las pieles muy sensibles e intolerantes.
No obstante, destaca que hay que adaptar la concentración a la edad, al estado de la piel y a los objetivos que se quieran conseguir.
La vitamina A está presente en multitud de productos. “Podemos encontrar fármacos con tretinoína para el tratamiento del acné y muchos cosméticos (serums, cremas, etc.) con distintas concentraciones de retinol”, apunta.