El Yoga es una de las actividades más benéficas para tu salud, mental y física, acércate a esta disciplina a través de las asanas (poses) más conocidas, usadas y sencillas.
La Montaña o Tadasana
Una pose básica, pues todas las que se realizan de pie parten de ésta.
Tiempo: entre 20 y 30 segundos.
• Ponte de pie, estira tu cuello y mira hacia el frente.
• Mantén tu columna recta sin levantar tus hombros y distribuye el peso en tus piernas, con tus pies juntos.
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Sitúa los brazos a cada lado con las palmas hacia adelante.
• Enfócate en tu respiración.
La Silla o Utkatasana
Te permite tonificar tanto los glúteos como las piernas, además de fortalecer tu equilibrio.
Tiempo: entre 15 y 30 segundos.
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Levanta los brazos hasta que estén en vertical, con las palmas hacia adentro y los dedos apuntando al cielo.
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Dobla las rodillas y agáchate como si te fueras a sentar. Las rodillas no deben estar por delante de los pies.
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Baja el cuerpo con la espalda recta, con los hombros hacia atrás, los brazos alineados y los muslos paralelos al suelo.
El Árbol o Vrksasana
Fomenta el equilibrio y la concentración, mientras se estimula la apertura de los muslos y la cadera.
Tiempo: 15 segundos.
• Parte de la pose de la montaña, luego, fija tu mirada a un punto y, poco a poco, eleva una pierna.
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Apoya la planta del pie en el muslo o en la pantorrilla, a la vez que llevas las manos al pecho.
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La otra pierna se queda firme en el piso y la cadera ve hacia el frente.
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Las manos pueden fijarse a la altura del pecho o elevarse para subir el grado de dificultad.
• Prueba la misma postura, pero con el otro pie.
El Niño o Balasana
Una de las posturas más relajantes y reparadoras, sobre todo para la columna vertebral; también es un buen método para oxigenar el cerebro.
Tiempo: un minuto.
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Ponte de rodillas con la espalda recta, mientras tus ojos ven hacia el frente.
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Las piernas se tocan, lleva los glúteos a los talones en tanto extiendes los brazos hacia atrás, a los costados.
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Descansa tu cabeza en el suelo o mat tocando las piernas con el pecho.
• Cierra los ojos, respira y aguanta en esa posición.
Pinza de pie o Uttanasana
Relaja la espalda y la descomprime, por lo que permite que la sangre se oxigene.
Tiempo: 20 segundos.
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Partiendo de la postura de la Montaña, inclínate hasta tocar el piso; ello, con el abdomen tenso y la columna siempre recta.
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Pega más el torso a las piernas con cada respiración, si aún no eres capaz de llegar, trata de tocar las espinillas.
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Localiza tus pies separados a la altura de las caderas y conforme vayas practicando más, ve juntándolos.
Perro Boca Abajo o Adho Mukha Svanasana
Esta postura tiene tres distintas formas, pero se hablará de la tradicional, la cual vigoriza las piernas, los brazos y la columna.
Tiempo: 15 segundos.
• Recarga tu cuerpo en los cuatro puntos, tus dos piernas dobladas y tus manos estiradas en el piso.
• Ahora, apoya tus manos en el piso, mientras estiras tus piernas y direccionas tu cadera al cielo hacia atrás. Es como una V invertida.
• Los ojos ven hacia las piernas o el abdomen.
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Si no puedes estirar tus piernas, dóblalas un poco y mantén tus talones apoyados al suelo.
Guerrero I o Virabhadrasana I
Además de entonar piernas y glúteos, aumenta la resistencia y trabaja el abdomen.
Tiempo: 10 segundos.
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Puedes realizarla desde el Perro Boca Abajo, o si quieres empezar desde cero, ubícate de pie, erguido y con los pies separados.
• Pon tus brazos hacia arriba y estíralos en forma vertical.
• Da un paso con tu pierna derecha, mientras que la izquierda se queda en su lugar, la cintura mira siempre hacia el frente y el talón de adelante debe estar alineado con el de atrás.
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Agáchate un poco, mantén la espalda recta con los brazos en alto y no olvides ser consciente de tu respiración.