El minimalismo es un estilo de vida. Es algo que tienes que experimentar para enamorarte de él.
¿Alguna vez te has planteado que tienes demasiadas cosas, compromisos, preocupaciones y obligaciones en tu cabeza?
¿Te gustaría que todo fuera más sencillo pero no sabes por dónde empezar?
¡Inténtalo!. Notarás la diferencia.
A lo mejor esto te suena a vivir debajo de un puente con una mochila en la que solo guardes 4 cosas.
Pero no, es mucho más que eso, es un estilo de vida, una filosofía.
Consiste en centrarte en lo que de verdad es importante para tí y eliminar todo lo demás de tu vida.
Saber qué es lo importante, qué es lo esencial para tí y elegir quedarte solo con eso, te da una claridad y una tranquilidad interior que no te imaginas, además de muchos otros beneficios.
Lo contrario es ser una persona que tiende a acumular cosas, a ser perezoso, a procrastinar. A ser más desordenado tanto con sus cosas, como en su vida en general y sus pensamientos.
El minimalismo es simple, pero no es fácil de conseguir.
Requiere de un autoanálisis profundo y un ejercicio de desapego emocional importante, pero te aseguro que merece la pena.
Te da claridad, orden y foco para que te centres en lo que de verdad es importante para tí.
Si no sabes por dónde empezar, hoy te vamos a explicar algunas de las claves.
-Elimina todo lo que no te hace falta
¿Eres de los que tienen un trastero con todos los libros del Instituto, con toda la ropa de otra temporada y con juguetes de hace años? ¿Te has preguntado para qué quieres todo eso dentro de 20 años?
Almacenar no sirve de nada. Tan sólo para ocupar espacio y quitarte libertad.
-No te apegues a los objetos
En los casos en los que te de pena tirar las cosas porque les tienes cariño, piensa que realmente no es ese objeto en sí a lo que le tienes cariño, sino a los recuerdos que te trae.
Échale una foto si te cuesta mucho librarte de él pero no te apegues a lo material para mantenerte aferrado al pasado.
Los recuerdos están en ti, no en las cosas.
-Orden y simplicidad en casa
No te compliques la vida, valora la simplicidad.
Convierte todo lo que te rodea en algo fácil de gestionar.
Piensa que cada objeto que tengas debe tener un uso concreto y haz que cada uno ocupe el lugar que le corresponde.
De esta forma será más fácil ser siempre ordenado y encontrarás las cosas mucho más rápido.
-Controla tus compras
Una vez que has hecho limpieza y te has quedado con lo que de verdad usas, de nada servirá si luego vuelves a comprar compulsivamente ya que estarás de nuevo en el mismo punto.
Intenta aplicar la regla de “entra una cosa, sale otra cosa”, así cada vez que compres algo te tendrás que deshacer de otro algo.
Por supuesto habrá excepciones, pero esto es muy fácil de aplicar sobre todo a la ropa.
-Valora tu tiempo y selecciona tus compromisos
Aprende a valorar tu tiempo, a ser mas productivo y sobre todo a decir “no” .
Tu tiempo es muy valioso así que aprovéchalo bien. No te pongas demasiados objetivos o proyectos a la vez ya que así perderás concentración.