También conocido como chacualole o xacualole, el dulce de calabaza es una de las recetas más tradicionales de México. Forma parte de la ofrenda del Día de Muertos, y el prepararlo es una de esas tradiciones transmitidas de generación en generación.
Su nombre proviene del náhuatl xacualolli, que a su vez deriva de xacualoa, y significa amasar. Su importancia se originó en la época prehispánica, pues para muchos pueblos la calabaza era de gran importancia. Su utilidad iba más allá de la gastronomía, pues igualmente se hacían instrumentos musicales, o utensilios de cocina.
El chacualole, o dulce de calabaza, lleva además piloncillo y canela. Por supuesto, en algunas regiones hay ligeras diferencias. Por ejemplo, en Guerrero, se denomina así a un tipo de pico de gallo dulce. Y en Morelos, aunque el chacualole sí lleva calabaza, se le agrega epazote y picante en vez de piloncillo y canela.
Sin duda, esta receta forma parte de una de las tradiciones más importantes de nuestro país. El Día de muertos es conocido mundialmente, y turistas de todas partes del mundo vienen a visitar diferentes regiones durante esas fechas. Cientos de viajeros quieren ser testigos de una de las celebraciones más especiales de México. Por ello, es importante saber que cada detalle de la ofrenda y de la tradición en sí llevan un significado.
Vamos con la receta:
Ingredientes:
- 1 calabaza de castilla
- 100 gramos o cuatro cucharadas de cal blanca
- 500 gramos o cuatro conos pequeños de piloncillo
- 150 gramos de azúcar morena
- 30 gramos de canela en barra
- 10 clavos de olor
- 3 estrellas de anís
Procedimientos:
Lo primero que debemos hacer es cortar la calabaza en trozos de aproximadamente 10 centímetros de largo por cinco de ancho. Lo ideal es que queden pedazos de calabaza medianos para que se puedan cocer adecuadamente.
Posteriormente, meter los trozos en un recipiente lo suficientemente hondo para que se cubra la calabaza con agua. Agregar las 4 cucharadas de cal, este paso es importante pues evitará que la calabaza se deshaga al momento de cocinarla. Dejar reposar 2 horas.
Mientras se cumple el tiempo de reposo, es momento de preparar la miel o el jarabe que acompañará a nuestro dulce. Para ello, en una olla colocar 5 tazas de agua y ponerlas a hervir junto con los 500 gramos de piloncillo, 150 gramos de azúcar morena y los 30 gramos de barritas de canela. Dejar que los ingredientes suelten su sabor.
Posteriormente, con un pedazo de gasa, formar una especie de saco para envolver los 10 clavos de olor y las 3 estrellas de anís y colocarlas en la olla con el resto de los ingredientes para el jarabe. Hay que asegurarse de que la tela a utilizar sea porosa para que los ingredientes puedan soltar su olor, aunque debe estar bien cerrada para que no se salgan las semillas.
Una vez que la miel o jarabe comience a tomar una textura de espesor ligero, bajar el fuego y agregar los trozos de calabaza que preparamos previamente.
Tapar la olla y esperar 3 horas a que se cumpla el tiempo de cocción.
Luego de ese tiempo, el dulce de calabaza estará listo para servirlo. Puedes colocarlo para que tu ofrenda luzca completa, degustar con un café sin azúcar e, incluso, el jarabe te puede servir para acompañar otros platillos como si fuera un aderezo.
En esta temporada no puedes dejar de pasar la oportunidad para preparar este dulce de calabaza que es tradicional por su auténtico sabor a México y que también será el complemento ideal para tu ofrenda de Día de Muertos.