Las últimas semanas del año aumentan las enfermedades estomacales hasta en un 20 por ciento, debido a la elevada ingesta de alimentos ricos en grasas, harinas e irritantes, además de que disminuye el consumo de bebidas naturales como agua y en contra parte se incrementa el de bebidas alcohólicas.
Aldo Ruiz, gastroenterólogo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), informa que los trastornos estomacales y las enfermedades en vías respiratorias son la principal causa de visita al consultorio médico; sin embargo, señala que los conflictos en el aparato digestivo pueden evitarse controlando la alimentación.
“Podemos y debemos comer de todo, la clave está en consumir las cantidades que requiere el cuerpo y no saturarlo con sustancias que no necesita y que además lo enfermarán”.
Entre los alimentos que mayor daño producen al organismo están las grasas, el sodio, irritantes y el alcohol, por lo cual refiere es común en estas fechas aumentar el consumo de este tipo de sustancias, pues son los alimentos representativos de las fiestas decembrinas.
“El problema es que al combinarse con el bajo consumo de agua se convierten en riesgosas para el organismo pues entorpecen la digestión y el cuerpo no puede eliminarlas rápidamente, lo que le genera contaminación y el malestar” argumenta.
Explica que el agua es un alimento vital para el buen funcionamiento del organismo y con las fiestas de fin de año dejamos de consumirla, entonces el cuerpo de forma natural busca alimentos salados, ricos en sodio para que logremos retener líquidos, el problema es que con la ingesta evitamos que la orina elimine toxinas del cuerpo y éste se enferma.
Señala que por el frío el cuerpo pide consumir alimentos ricos en grasas, calorías y azucares, sustancias que ocasionan también aumento de peso.
Otras consecuencias que trae la mala digestión es el malhumor, erupciones en la piel, dolor abdominal constante y leve, nauseas, aumento de peso y por consecuencia la pérdida de la autoestima.
La forma de evitar los problemas digestivos por el abuso en el consumo de alimentos es racionar las porciones y mezclar las comidas con alimentos purificantes que equilibren el cuerpo, dice.
Recomienda que el desayuno, almuerzo y cena sean alimentos ricos en frutas y verduras, además de respetar el horario de la ingesta de comida. En cuanto al consumo de cenas pesadas, indica que lo más óptimo para el organismo es tomar un digestivo antes de ir a la cama y evitar en mayor medida de lo posible el consumo de alcohol.