La descomposición de la sociedad mexicana, que no ha sabido atajar la violencia desde un modelo económico que consolida profundas desigualdades, falta de oportunidades y empatía hacia el otro, ha permitido la aparición de casos como el de Fátima, Ingrid e incluso los multifeminicidios en Villas Santín, en Toluca, consideró la criminóloga Selene Bastida.
Al explicar que si bien todos podemos estar en riesgo de cometer un delito, existen factores sociales que detonan estás conductas, todos con origen de violencia en el hogar.
"¿Por qué sucede esto? Porque hay una historia de vida previa, muchos de los sujetos que realizan abuso sexual, fueron abusados sexualmente en su infancia, es un ciclo de Violencia que no se rompió".
El factor de un ambiente agresivo, puede presentarse en cualquier estrato socioeconómico y deriva, en la falta de control de los impulsos agresivos que son los que generan en gran medida conductas asesinas.
“Tienen mucho más peso los factores de carácter social, los que le llamamos factores exógenos; había un autor que decía que la sociedad es un caldo de cultivo para la criminalidad, el comparaba a los delincuentes con un microbio y decía que el delincuente puede tener muchas características de riesgo dentro de su estructura de personalidad, pero si no lo pones en un medio idóneo el delincuente no se reproduce”.
Por ello, consideró urgente generar estrategias de ataque hacia los factores de carácter social como la exclusión, educación, cultura y sobretodo de materia laboral para que la estrategia para combatir la violencia se centre sólo en el ámbito social.