Con efectos aún en marcha, la pandemia impactó el mercado del alquiler de vivienda en la CDMX, desde nivel popular, hasta el residencial plus, con problemas que alcanzaron a la mayoría de los inquilinos. La crisis ha generado demora en el cobro de rentas, descuentos o flexibilidad para el pago de rentas, la anulación anticipada de contratos o la imposibilidad de renovarlos, lo mismo que pérdidas económicas para arrendadores y arrendatarios.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), 8 de cada 10 arrendatarios resultaron afectados y recibieron facilidades, dado que más del 95% de los casos se tratan de pagadores puntuales.
"No necesitamos al Gobierno para hacerlo, lo hicimos de mutuo propio desde el mes de abril, cuando empezó el 'Quédate en casa'", señaló Salvador Sacal, presidente de la AMPI, que representa a 50 000 propietarios con cerca de 120 000 contratos de arrendamiento en la CDMX.
"En algunos casos se negoció la disminución de arrendamientos, y en otros, que la diferencia se pudiera pagar hasta en dieciocho meses, otorgando facilidades a los arrendatarios para que no desocupen sus casas".
Raúl Sandoval, director general de Century21, estimó que los precios de nuevas rentas se depreciaron hasta en 7%, pues durante la pandemia se incrementó la oferta, pero no la demanda. En cambio, Leonardo González, analista de Propiedades.com, señaló alzas de 19% y reveló que zonas de Polanco -que suele ser un termómetro del mercado de rentas- presentan hasta 34% de desocupación.
Sacal destacó que la crisis se resintió en peor medida en el alquiler de locales comerciales y naves industriales, que cerraron por completo por tres meses, salvo en el caso de los giros esenciales.