Ante el miedo que genera la utilización del transporte público y la imposibilidad de sostener un esquema donde todos usen un automóvil, la bicicleta se erige como el futuro de la movilidad, aseguró un artículo de la Universidad de Western.
"Mientras las reglas de la distancia física empiezan a relajarse en muchas ciudades y la gente regresa a trabajar, el miedo que rodea el transporte público sigue teniendo peso en la mente de las personas. Como resultado, más personas están recurriendo a la bicicleta", asegura el texto.
El reto es que las metrópolis generen nuevos ciclistas y, sobre todo, los mantengan rodando en las calles.
"Tan pronto como las ciudades y sus calles reabran el tránsito vehicular normal, y si el transporte público genera menos miedo, los nuevos ciclistas podrían regresar a los viejos modos de transporte, sobre todo cuando llegue el invierno", advirtió.
Para que los ciclistas sigan rodando se necesitan cumplir tres factores: seguridad, eficacia y costo, que se logran mediante diversas medidas y acciones.
"Construir ciclovías separadas, conectar la red ciclista existente, mejorar el mantenimiento de la infraestructura durante el invierno", sugiere el artículo.
El texto cita una investigación la cual encontró que a mayor número de ciclovías y carriles ciclistas, menor es la incidencia de siniestros viales mortales, pues el número de muertes por hechos de tránsito se reduce hasta en 44%.
El texto añade que las ciudades no incentivan el uso de la bicicleta, pese a que sus beneficios han sido comprobados, por lo que explicó que se deberían establecer medidas desde el Gobierno, como la reducción de impuestos, y desde las empresas, por ejemplo, la compra de bicis como un beneficio laboral.
"Estas estrategias, implementadas juntas, tendrán un mayor impacto en mejorar la seguridad de ciclistas, optimizar los tiempos de viaje y volver a la bici un medio de transporte financieramente más atractivo que los modos tradicionales. Estas medidas no sólo normalizan el ciclismo, también motivan a esta nueva generación de ciclistas a seguir rodando", asegura la publicación.
El artículo concluye que el reto es hacer que la bicicleta pase de ser un modo alternativo de movilidad, a convertirse en el más seguro, rápido y conveniente en costo-beneficio, más allá de lo que dure la pandemia por el coronavirus. Actualmente, las autoridades de la CDMX apuestan, desde antes de la pandemia, por una sutura de la red ciclista, con la construcción de tramos faltantes para conectar toda la infraestructura existente.