La caravana migrante transitó este fin de semana por el oriente del Estado de México, donde pernoctaron y recibieron alimentos de los mexiquenses.
El grupo conformado por unas 500 personas originarias de países centroamericanos, llegaron el sábado a la comunidad de Río Frío, en Ixtapaluca.
En el auditorio de la comunidad se instaló un albergue provisional, donde descansaron y pudieron asearse un poco. Los pobladores les brindaron ropa y comida.
La mañana de este domingo, los migrantes, entre ellos un centenar de niños, retomaron su camino a la Cuidad de México; con la intención de llegar a la Basílica de Guadalupe para también venerarla y pedir que los acompañe en el viaje.
Los migrantes avanzaron por la autopista México-Puebla, donde fueron escoltados por agentes de la Guardia Nacional, de la policía municipal de Ixtapaluca y de la policía estatal.