Adrián Fernández, uno de los creadores del holograma doble cero, considera que los fabricantes de autos, agremiados en la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), anteponen las ganancias económicas en lugar de ofrecer autos eficientes, ahorradores de combustible y amigables con el medio ambiente.
En 1997, propuso la creación del doble cero en el Distrito Federal, pero desde entonces, ha constatado cómo la industria automotriz ha fabricado vehículos ostentosos con tecnologías obsoletas y que incentivan la contaminación, en lugar de actualizarse a normas ambientales para mejorar la calidad del aire.
En ese año, Fernández fungía como director general de Gestión e Información Ambiental en el Gobierno federal y, junto con Alejandro Encinas, ex Secretario de Medio Ambiente del entonces DF, acordaron la creación del doble cero para eximir a autos nuevos de verificar durante dos años en la Capital.
Entonces, propuso a la industria automotriz adaptarse a nuevas medidas ambientales para que las implementaran en 1999. Sin embargo, recordó, los empresarios buscaron ganar tiempo y lograron aplazar la disposición hasta 2001.
Actualmente, Fernández planteó que persiste ese rechazo de la AMIA a la norma ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema).
"Ellos (la industria automotriz) siempre quieren ganar tiempo para mantener normas antiguas.
"¿Por qué no les gusta la medida? (del doble cero). Es muy claro, va a afectar, ojalá, a que empiece a reducirse poco a poco la venta de las camionetotas todo terreno porque son muy ineficientes", dijo en entrevista, el también director ejecutivo de Iniciativa Climática de México, que es parte del Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire.
En junio de 2019, la AMIA cuestionó que a partir del presente año el holograma doble cero se dé a los autos con rendimiento mínimo de 16 kilómetros por litro.
"Es una cuestión que me parece un cinismo infinito, los vehículos que hoy tienen 10 o 15 años de edad, porque AMIA desde aquel entonces no permitió que avanzaran las normas, aquellos vehículos nacieron contaminando más de que lo deberían, porque las normas eran laxas", explicó Fernández.
Hoy, junto con organizaciones como Greenpeace, El Poder del Consumidor o el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, anunciarán una campaña dirigida a consumidores para que hagan conciencia antes de decidir comprar. Consultada al respecto, la AMIA señaló que ha dado cumplimiento a las normas oficiales mexicanas, pero expuso que los cambios al Programa de Verificación Vehicular Obligatorio "no corresponden a una política pública integral que contribuya a la mejora de la problemática de la calidad del aire".