A un año de la emergencia sanitaria por COVID-19, la familia de los señores Sirenio López Espinoza y Rosa Ortiz, por fortuna no ha sufrido por casos o defunciones a causa de la enfermedad, sin embargo, esperaban la llegada de la vacuna al municipio de Toluca para evitar contraer el virus, que saben a causado dolor a miles de familias.
“Yo bendito sea Dios no he sufrido de este mal, y bendito Dios que mi familia no ha sufrido, yo doy gracias que se preocupen por uno”, dijo don Sirenio, quien añadió, la mayor satisfacción de estar protegidos es que podrán seguir como esposos disfrutando de sus hijos.
“Por fortuna los tengo a mi lado los sigo mirando a todos como Dios me los mandó y esperemos así seguir”, dijo.
Juntos, como aseguran siempre andan, acudieron desde la colonia Parques Nacionales al módulo ubicado en el nuevo Conservatorio de Música estatal, ahí tras una espera, que refirieron no fue tan larga, recibieron la primera dosis de la vacuna anti COVID.
“Estamos ya con más tranquilidad, ya esperaba uno esta vacuna y que sea un bien para ya estar protegidos”, expresó la señora Rosa.
Con sus 85 años y 75 años respectivamente, ya no realizan labores de las que dependan sus ingresos y economía familiar, sin embargo, ambos se dicen fuertes y activos, y tras el confinamiento de un año esperan ya poder realizar más actividades.
Para ello, estarán pendientes de la fecha para la aplicación de la segunda dosis, “esperemos no nos vayan a dejar con ésta nada más”, expresó don Sirenio para luego caminar junto a su esposa rumbo a su casa y tomando descansos a la sombra tras una jornada de satisfacción pero cansada bajo el sol.