Por mayoría de votos, la Legislatura mexiquense desaprobó las Cuentas Públicas 2019 –la forma en que se gastó el erario ese año- de los programas sociales, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), el Instituto de Seguridad Social de la entidad y municipios (ISSEMyM).
Así como de los ayuntamientos de Naucalpan, Almoloya de Juárez, Capulhuac, Chiautla y Timilpan; y del Organismo de Agua Potable de Ixtapaluca, debido a que acumulan el mayor número y monto de observaciones realizadas por el Órgano Superior de Fiscalización de la entidad (OSFEM), respecto al total del presupuesto ejercido ese año por cada organismo.
En contraste, el pleno avaló, en lo general, las Cuentas Públicas estatal (que incluye los reportes del gobierno central, organismos auxiliares y autónomos) y municipales correspondientes a ese ejercicio fiscal, sin que ello implique la liberación de responsabilidades por las anomalías que se lleguen a confirmar.
En el ámbito estatal, el OSFEM realizó 521 observaciones por un importe de 14 mil 713 millones 61 mil pesos; en el ámbito municipal, determinó mil 121 observaciones por un importe de dos mil 200 millones 619 mil pesos.
Al manejo de programas estatales, se realizaron 85 observaciones por un monto de mil 564 millones 751 mil pesos en los programas sociales ejecutados por las dependencias y organismos descentralizados del Poder Ejecutivo; para la UAEM hubo 20 observaciones por cinco mil 042 millones 664 mil pesos, entre otros, a causa del cargo que se realizó por multas y recargos generados por el pago extemporáneo de impuestos.
Mientras el ISSEMyM cerró el ejercicio fiscal con dos mil 061 millones 348 mil pesos en ingresos por recuperar a corto plazo y con observaciones por mil 686 millones 262 mil pesos, producto de adeudos municipales, de los órganos autónomos y otros entes que no han entregado los recursos por cuotas que descuentan a los trabajadores ni las aportaciones.
Sin embargo, la morenista Azucena Cisneros manifestó su descontento debido a que no fueron desaprobadas las Cuentas Públicas de otros organismos, como las Secretarías de Finanzas y Obra Pública, que con más de 2 mil millones de pesos en observaciones cada una, tienen un monto en probable daño al erario público incluso superior que el ISSEMyM y la UAEM.
“La Cuenta Pública 2019 pone al descubierto grandes desafíos en la administración pública estatal -en los tres Poderes, dependencias campeonas en opacidad, e incluso en los entes creados para abatir la corrupción, para avanzar en el ejercicio transparente y eficiente del erario, sin simulaciones ni corrupción”, dijo.
Por ejemplo, expuso, el Sistema Estatal Anticorrupción debería ser ejemplo en el ejercicio de recursos, pero “tiene observaciones delicadas”; el Tribunal de Justicia Administrativa (Trijaem) ese año ni siquiera contaba con autoridades competentes en materia de auditoría, ni manuales de procedimientos en sus áreas; la Codhem tuvo observaciones por anomalías tan básicas como no haber cumplido parte de sus objetivos y otras relacionadas con el manejo de fondos, planteó.
Además lamentó las observaciones realizadas a los programas sociales, principalmente al Salario Rosa (al que le fue observada la cuarta parte de su presupuesto) por los malos manejos desde su operación, distribución, y en todas las etapas, su opacidad y manejo discrecional, las redes de ayudantes no transparentadas, las quejas cotidianas “de cientos de mujeres que son utilizadas y manipuladas electoralmente, con lo que las violenta y revictimiza en su pobreza” y porque ni siquiera hay buzón de quejas para atender a los cientos de mujeres discriminadas para acceder a él.
En el caso de las Cuentas Públicas de los municipios, alertó sobre las abultadas deudas públicas y los gastos suntuosos.