Contamos con la capacidad técnica y decidida voluntad de establecer la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), sostuvo el rector Carlos Eduardo Barrera Díaz, al presentar el libro “Quinientos años de corrupción en México. ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Cómo salimos de aquí?”.
En el marco del Día Mundial Contra la Corrupción, el rector abundó que el libro es un repaso histórico sobre prácticas de corrupción en la administración pública y muestra cómo la alternancia en el poder durante el siglo XXI ha resultado insuficiente para combatirla.
En la Galería Universitaria “Fernando Cano” del Edificio de Rectoría, destacó que se ha demostrado que países con un Producto Interno Bruto (PIB) alto, mayor libertad económica, igualdad de género y mayor confianza en las instituciones tienen menores índices de este problema.
Por su parte, el coordinador de la publicación y académico del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades(CISyH), Oscar Diego Bautista, aseguró que la corrupción sí se puede erradicar con base en una cultura de la prevención, a través de la ética pública y su aplicación.
Apuntó que el libro busca construir una cultura basada en la ética dentro de la comunidad universitaria, en los servidores públicos y la ciudadanía; mencionó que la publicación contribuye al proceso de restauración de las instituciones.
Expresó que es fundamental que las universidades incorporen la ética en el proyecto de planeación educativa, ya que demuestran el compromiso con la sociedad al formar personas íntegras.
“Una universidad con valores contribuye a formar profesionistas de calidad que trabajen por su sociedad, anteponiendo el espíritu de lo público al interés personal”.
Ante la secretaria de Investigación y Estudios Avanzados, Martha Patricia Zarza Delgado, sostuvo que una de las virtudes del libro es ofrecer alternativas de combate a la corrupción basadas en un sistema ético integral, en el cual haya consejos, oficinas, leyes, códigos, especialistas, auditorías y tribunales basados en la ética.
“Hay corrupción electoral, administrativa, sindical, política, de partidos, sanitaria, mercantil, financiera, medioambiental, deportiva, vinculada al crimen organizado, en obras públicas, en medios de comunicación, en fundaciones, en religiones, sin olvidar el ámbito académico, escuelas y universidades, es decir, la corrupción penetra todo, lo toca todo”.
Por su parte, el titular del Órgano Interno de Control, Victorino Barrios Dávalos, aseguró que los efectos de la corrupción los sufren quienes menos tienen, pueden y saben. Es el principal dique para el desarrollo del país porque “la corrupción significa menor esperanza de vida, mayores tasas de mortalidad y mayor emisión de gases de efecto invernadero”.
Mencionó que una menor corrupción o su inexistencia significa mayor producto interno bruto, mayor índice de desarrollo humano, confianza en las instituciones, mayor nivel de escolaridad y calidad democrática. Subrayó que el análisis y la reflexión científica, de la mano de la ética, pueden tener efectos prácticos en el combate contra la corrupción.