Cansados de vivir en bosques amenazados por la tala clandestina y los incendios, aproximadamente 4 mil habitantes del municipio de Ocuilan realizaron una cadena humana en el Valle de Guadalupe.
De acuerdo con Félix Linares, presidente del municipio, son los pobladores de las comunidades de Santa Martha y Santa Lucía los que cometen este ilícito, alentados por madereros de los Toluca, Ecatepec, CDMX, Cuernavaca e incluso de Michoacán, quienes compran la madera a precios muy bajos; y los dotan de equipos de radiocomunicación, armas, ropa y los suplementos necesarios para que se conviertan en talamontes.
La zona más afectada es el parque Nacional Lagunas de Zempoala, al tiempo en que detalló que esta temporada de estiaje se perdieron 3 mil hectáreas y por tala en el mismo tiempo fueron deforestadas mil 200 hectáreas.
“Creíamos que podíamos generar condiciones para que el gobierno de López Obrador pudiera ayudarnos a atacar este problema, sin embargo, no fue así, le hicimos de su conocimiento la tala ilegal, la tala hormiga, la delincuencia ambiental organizada y de la cadena delictiva forestal que ha evolucionado en Ocuilan, pero desgraciadamente no hemos tenido ninguna respuesta”.
De acuerdo con el alcalde, de no obtener una respuesta inmediata con dos Bases de Operaciones Mixtas, en tanto se conforma la Guardia Nacional, así como de dependencias federales y estatales que ayuden a emprender estrategias para atacar a los talamontes, bloquearán la carretera Santa Martha-Laguna de Zempoala-Cuernavaca el próximo miércoles desde las 9:00 de la mañana.
“Tenemos identificados a los que se dedican a esta actividad ilícita con santo y nombre, por eso hacemos esta cadena humana con la participación de las 44 comunidades del municipio, y también ya iniciamos la reforestación”.
Pidió subsidios y programas para fomentar el aprovechamiento sustentable de productos forestales maderables y no maderables para permitir que la gente que vive en los bosques deje la pobreza y, por ende, se active la economía.