La diputada Anaís Burgos llamó al nuevo fiscal, José Luis Cervantes, a revisar la actuación de los servidores públicos de su dependencia porque son quienes persuaden a las mujeres víctimas de violencia para que no entablen las demandas correspondientes contra sus agresores.
La morenista señaló que cuando acuden mujeres a iniciar una querella por sufrir actos de violencia, los servidores públicos que laboran en los Centros de Justicia del Estado de México las persuaden para que no denuncien.
“Las mujeres no denuncian por miedo a su agresor y porque cuando se atreven a denunciar, las autoridades no cumplen con su función; al contrario, las amedrentan, las desvalorizan y las persuaden sobre que la denuncia no es el mejor camino porque es largo y tortuoso”, dijo.
La legisladora recordó que hace un año, cuando un grupo de brigadistas realizaba trabajos de promoción del voto en la Unidad Habitacional Héroes de Chalco, tras tocar el timbre de una vivienda salió un hombre alcoholizado que comenzó a agredir verbalmente a la brigadista e incluso la jaló al interior de su vivienda, la comenzó a toquetear, y ella empezó a gritar hasta que el resto de la brigada la rescató.
Pidieron la intervención de seguridad pública de Chalco con el propósito de denunciar, pero los elementos de la patrulla le indicaron que difícilmente procedería la querella porque el agresor era un policía de la Ciudad de México.
Acto seguido, se trasladaron al Centro de Justicia para las Mujeres en Amecameca, donde el personal la intentó persuadir para que no levantará la querella. Pese a ello, después de varias horas de trámites se inició la carpeta de investigación por el delito de acoso.
Sin embargo, refirió, “ya pasó un año y el fulano sigue en la calle y burlándose de mi compañera porque finalmente su encargo como servidor público fue lo que permitió que le ayudaran a encubrirlo, tanto la policía del estado como su placa de servidor público de la ciudad”, manifestó la diputada.
Adicionalmente, refirió, es la víctima la que tiene que aguantar el martirio de bajar, subir y demostrar, en este caso, “que el tipo quiso abusar de la compañera”. “Las compañeras están frustradas, enojadas”, comentó.
Burgos Hernández indicó que las mujeres todos los días sufren violencia en las calles y quienes están a cargo de garantizar que castiguen a los culpables, no lo hacen, con argumentos como: “esto lleva demasiado tiempo”, “es que te vas aventar aquí muchas horas” o “piénsalo”, porque no quieren hacer su trabajo.
Precisó que en esta conducta incurren tanto hombres como mujeres servidores públicos, por lo que es urgente que el personal que trabaja en los Centros de Justicia tengan una visión con perspectiva de género.
En el Estado de México, destacó, se requiere una renovación de todos los funcionarios que están en las áreas de la impartición de justicia “porque ya están viciados, pues durante años se han perpetrado en esos espacios”.
No en vano, expuso, “la visión de la ciudadanía es que están a favor de los delincuentes y no a favor de los que denunciamos”.
Pese a ello, insistió en la importancia de que las mujeres víctima de violencia denuncien y las autoridades castiguen a los servidores públicos que no cumplan con su deber y a los culpables.