El uso de drogas, alcohol, violencia intrafamiliar y violencia en general, son los factores por lo que los jóvenes menores de edad terminan “cayendo” en las redes de la delincuencia. Jóvenes que terminan robando, principalmente, que sólo necesitan una oportunidad para poder tener un futuro digno y dentro de la legalidad.
Es por ello que en el Estado de México se lanzó el programa Mexiquense Date Un Chance, mismo que parte de la Justicia Restaurativa y que está inspirado en un programa implementado en Nuevo León en el año 2009.
A través de este programa, se pone a la mano de los jóvenes que tropezaron en el camino la oferta educativa y los servicios que se prestan en orientación vocacional, tutorías, prácticas de vida saludable, emprendimiento, actividades deportivas y culturales, con el fin de contar con una opción más y continuar con su formación, logrando con ello alejarse de las actividades delictivas.
En las tres generaciones que ya se graduaron este año, Marcela Mora Córdova, coordinadora General de Atención Inmediata y Justicia Restaurativa de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, reconoció que se han detectado a 23 menores con un uso del alcohol y drogas, de los cuales 16 estaban en riesgo mayor por las cantidades que ingerían.
“Con los adolescentes fundamos el programa, es una oportunidad para estos chicos y chicas de 12 a 19 años que cometieron un delito de no alto y impacto y que, más allá de llevar el acuerdo reparatorio, porque el principal interés es la víctima, abordamos a la familia y al chavo para que esta conducta delictiva no se repita”.
Señaló que buscan no estigmatizar a un menor que, por diversas circunstancias y factores externos, llegaron a cometer un delito.
“Muchas veces no nos fijamos en esto, pero e chavo y la chava que cometen un delito, en su gran mayoría, encuentran el origen del mismo dentro de la familia, entonces es bien importante no criminalizarlos a priori”.
Destacó que el programa reincorpora el programa a la escuela, y en caso de que sean padres adolescentes, también se les boca un empleo, por ellos tienen como aliados a la Secretaría de Educación, la del Trabajo, incluso la Coordinación Empresarial del Estado de México (CCEM).
El objetivo, dijo, es recomponer el tejido social desde la base: La familia.
Actualmente, 410 chavos han podido encontrar una segunda oportunidad, por supuesto, después de resarcir el daño a quienes fueron sus víctimas, pues sus delitos fueron menores y se les da seguimiento para que no sean reincidentes.