Los grupos parlamentarios de los partidos Verde Ecologista (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC) y Nueva Alianza Estado de México (NAEM) anunciaron la integración de un bloque en la Legislatura local “en favor de los minorías”, y anticiparon una primera posición en contra de las solicitudes de enajenación municipales para pagar deudas.
Sin embargo, al ser cuestionados sobre su posición en torno a la petición del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) para enajenar y subastar 22 inmuebles de su propiedad, indicaron que no han analizado la iniciativa y, por tanto, esta postura será dada conocer en fechas posteriores.
Los coordinadores de NAEM y PVEM, Rigoberto Vargas y María Luisa Mendoza, respectivamente, justificaron que el proceso electoral del 6 de junio ha concluido y que la entidad vive circunstancias distintas, para pensar que deben mantener una alianza con Morena.
Consideraron que de forma errónea se les considera “minorías”, pues de manera conjunta representan más de un millón de votos, con los que aspiran a equilibrar las decisiones de las “mayorías” y, más aún, a ser “el fiel de la balanza”.
“Este bloque no es de partidos, sino de razón; no es el número, es la congruencia”, aseguró Mendoza Mondragón.
“No estamos a contentillo de los grupos mayoritarios”, aclaró, por su parte, Martín Zepeda, coordinador de MC. Llamaron a los partidos del Trabajo (PT) y de la Revolución Democrática (PRD) a sumarse.
En este entendido, indicaron que en las solicitudes de desincorporación de inmuebles turnadas por cinco municipios a la Legislatura para que se les permita con ellos saldar algunos adeudos carecen de transparencia, y consideraron incorrecta la intención de pagar la irresponsabilidad de las administraciones con el patrimonio de los mexiquenses.
“Los bienes no pueden ser para remediar los males”, dijeron, tras advertir que permitirlo puede sentar las bases para sistematizar esta práctica, sin que con ello se garantice la solución de los problemas que se pretenden atender, de tal manera que el día de mañana no queden bienes para enajenar.
“Es una negativa a desincorporar los bienes muebles e inmuebles. No estamos en contra de que se pague a quien se adeuda, pero creemos que debe haber otras formas administrativas para subsanar laudos y deudas contraídas, quizá a través de capacitación en proyección financiera”, plantearon.
En este entendido, anticiparon que promoverán reformas a la ley para prohibir que las deudas se paguen con recursos procedentes de la enajenación del patrimonio municipal.