Cada año, a partir del 16 de diciembre se llevaban a cabo las tradicionales posadas. El momento más esperado era romper la piñata, por lo que en algunos lugares se quebraban de tres a cinco de estas.
Sin embargo, este año, el sector piñatero se declaró en quiebra, pues sus ventas apenas registran un 10%, situación que les ha dejado pérdidas económicas considerables. Es el caso de Jaime, quien oferta este tipo de productos sobre Avenida Solidaridad Las Torres, y señala que el año pasado ya había alcanzado más del 50% de sus ventas.
"Qué le digo. Estamos en bancarrota. No tenemos ingresos, no tenemos para comer, ni para lo que gastamos en el material hemos podido sacar".
Todos los días, llegan a las ocho de la noche y se retiran a las nueve o diez; durante este tiempo, alcanzan a vender dos o tres piñatas.
"Si bien nos va, vendemos tres piñatas, y si no, sólo venimos a gastar gasolina. Vivimos en Temoaya y el recorrido es algo extenso".
Todos los días, Jaime va a trabajar con su esposa y sus dos hijos, lo que provocó que tuviera que hacer un gasto extra en desayunos y comidas.
"Pues aquí tenemos que comer y se gastan entre 100 o 160 pesos; ahí se va otro gasto".
A los piñateros, como son conocidos, la pandemia del nuevo coronavirus les arrebató los pocos ingresos que reúnen durante las festividades decembrinas.