La Legislatura local pidió a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a las procuradurías federal y estatal de Protección al Ambiente (Profepa y Propaem, respectivamente) y a la Dirección de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Valle de Bravo precisar el número de lagos artificiales privados en el municipio y si cuentan con los permisos correspondientes para que, de no ser el caso, se frene el “ecocidio” que con ellas se comete en la presa Miguel Alemán.
El llamado tiene su origen en la detección, por parte de organizaciones no gubernamentales y vecinos, de al menos 200 de ellas en el municipio, que en su mayoría incumplen con los permisos y estudios de impacto ambiental correspondientes.
Para crear estos embalses privados, señaló la diputada morenista Marisol Mercado, los propietarios desvían el agua que proviene de manantiales y ríos que surten de agua la presa Miguel Alemán, contribuyendo a la baja de su nivel histórico hasta en 20%.
Al 28 de agosto de este año, recordó, la Conagua registró que la presa de Valle de Bravo tenía un nivel de almacenamiento de 43.83% de su capacidad total.
La problemática toma importancia de seguridad nacional, destacó, si se advierte que esta presa forma parte del Sistema Cutzamala, que a su vez dota 40% de los requerimientos de agua potable en las zonas metropolitanas de los valles de México y Toluca.
Los bajos niveles del lago, destacó, además ponen en riesgo la economía familiar de cientos de vallesanos, cuya principal actividad es el turismo, de por sí ya golpeado por la Covid-19.
Como diputada por Valle de Bravo, destacó, “tengo la obligación política y moral para detener el ecocidio en la presa Miguel Alemán”.
El exhorto fue aprobado por unanimidad, en lo inmediato, al ser considerado un tema de urgente y obvia resolución.