Los ajustes y cambios de normas y leyes que está impulsando la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se deben dar bajo cuatro premisas: estabilidad política, control de la corrupción, calidad regulatoria, transparencia y rendición de cuentas; de lo contrario pueden generar un escenario de inestabilidad y afectación al estado de derecho.
A decir de Lucero López, investigadora en ciencias jurídicas por la Facultad de Ciencias Políticas de la UAEM, para emprender una reforma como las que ha aprobado el Congreso con la Reforma Educativa o la Laboral, se requiere un cambio institucional permanente desde el interior para que sean sostenibles.
"Una buena política de ley mantenida en el tiempo es porque las instituciones sí son relevantes y están funcionando, cuando eso sucede las instituciones pueden mejorar en el tiempo son dinámicas y perduran", expresa.
Advierte que para que las reformas se mantengan y se consoliden las instituciones tienen que crecer, de lo contrario se regresa a un comportamiento no cooperativo y aumenta el riesgo de un nuevo ajuste fiscal. "Cuando se aplica el ajuste fiscal es porque los políticos no tienen otra opción y es la respuesta natural porque mantener un juego no cooperativo es perder muchísima fuerza política, es perder elecciones”.
Afirma con ello, que para mantener las reformas aprobadas en lo que va de la administración tienen que haber una mejora permanentemente, al destacar que un buen desempeño habrá de traducirse en crecimiento institucional.
"Por qué en América Latina aplicamos ajustes fiscales y después cuando vienen los malos tiempos nos olvidamos de nuestros aprendizajes, de nuestros malos tiempos, y volvemos a incurrir en déficits fiscales y alto endeudamiento, es que no entendemos, los políticos no aprenden, los ciudadanos no aprendemos".