Cientos de mujeres de diversos colectivos feministas del Estado de México recorrieron las calles de la capital mexiquense en el marco de la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, esto como una exigencia de justicia a los casos de feminicidio impunes, así como un alto a la violencia de género y la petición de garantizar sus derechos y libertades.
Partieron desde la Facultad de Medicina de la UAEMéx, donde desde las primeras horas del día un cerco policiaco, conformado por policías mujeres y hombres, impidió el paso vehicular y más tarde evitó que el contingente pasara frente a la Casa de Gobierno; sin embargo, después de una petición por parte de familiares de víctimas de feminicidio, con el grito de “muévanse” y empujones por parte de las feministas, no lograron se les abriera paso.
Por tal motivo, cambiaron su ruta dirigiéndose sobre Tollocan, Juárez y Venustiano Carranza para retomar el camino por Jesús Carranza y la calle Bravo hasta llegar al centro de la ciudad. A su paso, las voces retumbaban pidiendo justicia por mujeres asesinadas, asimismo se escuchaba la petición de “¡Ni una asesinada más!”.
En las pintas, con consignas ante instituciones como la UAEMéx, se denunciaron los casos de acoso y abusos, “estamos hartas”, “ni una más”, y vidrios rotos también fueron parte de la manifestación; igualmente, a voz de la “policía no me cuida”, un grupo de mujeres intervino con pintas y cristalazos dos patrullas de la policía estatal.
Jóvenes en su mayoría, madres acompañadas con sus hijas e hijos, adultas mayores y colectivos de mujeres trans fueron parte del movimiento, el cual a su llegada al Centro Histórico de la ciudad alzaron mayormente la voz, donde pidieron también la legalización del aborto frente a la Catedral, y esta a pesar de estar protegida por una cadena humana en oración, fue intervenida con pintas.
Por otro lado, las manifestantes lograron derribar las vallas instaladas frente al cerco policiaco que resguardaba el Palacio de Gobierno.
Para finalizar, los colectivos feministas, liderados por Brujas Sonoras, realizaron una intervención musical con himnos feministas como Sin Miedo y la Llorona; además, hubo un pronunciamiento de familiares de víctimas de feminicidio, quienes buscan verdad y justicia.
“Hoy levantamos más fuerte la voz porque a las familias nos duele la indolencia de quienes nos deben dar justicia, es el grito desesperado de madres, hermanas de mujeres que por el hecho de ser mujeres fueron víctimas de violencia”, expresó la madre de Jessica Sevilla, asesinada en 2017.