Debido a que la violencia psicológica ejercida por los hombres puede llevar a algunas mujeres a quitarse la vida, el grupo parlamentario de Morena propuso tipificar como feminicidio el suicidio inducido por razones de género.
De ser aprobado en estos términos, el tipo penal se llamaría ¨suicidio feminista”, de manera que “cometerá el delito de feminicidio quien prive de la vida o induzca a quitársela a una mujer, por razones de género”.
La diputada Juana Bonilla advirtió que, al no encontrarse previsto en el Código Penal del Estado de México, los agresores suelen quedar impunes porque no se investigan las causas que orillan al suicidio.
“Muchas ocasiones quienes descubren a la víctima no analizaron el contexto, solo se centran en la muerte de la persona. ¿Qué tan grande debe ser el nivel de acoso, violencia, humillación, para que una persona decida quitarse la vida para escapar?”, cuestionó.
Aunque desde 1996 se ha detectado la existencia del suicidio feminicida, expuso que la problemática es poco analizada en la entidad, pese a que en muchas ocasiones el maltrato y la violencia de género están ligados con la inducción al suicidio.
Destacó que la muerte por suicidio es el final de una violencia estructural en el que las personas agresoras quedan impunes al no al no estar tipificada en la legislación local.
Actualmente, indicó, el Código Penal y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, ambos estatales, establecen que la violencia psicológica se configura cuando se daña la estabilidad psicológica de una persona a través de la negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones restrictivas, rechazo o amenazas que conducen a las víctimas a la depresión, asilamiento, devaluación de autoestima, e incluso al suicidio.
Indicó que a la fecha se ha determinado que el daño psicológico es más perjudicial que el físico o el económico, aunque es una modalidad menos llamativa pero más eficiente para los fines de los agresores.
“Los suicidios de mujeres muchas veces son consecuencia de desesperación por sufrir violencia, al no encontrar esperanza; no es que no quieran vivir, sino ya no quieren sufrir”, expuso.
La iniciativa fue remitida a la Comisión de Procuración y Administración de Justicia para que sus integrantes realicen el análisis y dictaminen, a fin de que pueda subir al pleno
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