Tras la suspensión de verificaciones en el Estado de México como parte de las medidas para contener el contagio de COVID-19, los dueños de verificentros -como los de muchas unidades de negocio- tendrán que afrontar complicaciones económicas que, aseguran, no podrían soportar por más de un mes.
“Estamos viendo cómo vamos a soportar esta situación, porque será complicado seguir con los costos fijos sin percibir ingresos... Para poder continuar, estamos esperando que el cierre dure sólo un mes y después continuemos las actividades”, expresó Jesús Trigos, presidente de la Asociación de Verificentros del Estado de México.
Añadió que, por el momento, el gremio está asumiendo el pago a los trabajadores de los 124 centros en el estado, con cerca de 22 trabajadores cada uno. Sin embargo, de extenderse la medida, algunos empresarios tendrían dificultades para pagar las nóminas.
“Podrían haber personas en mayores problemas si se extiende más de lo que se podamos soportar pagando las nóminas; sería muy difícil soportar cargas sin ingresos, como en cualquier otra unidad de negocio”, dijo.
Pese a ello, resaltó que comprenden la situación sanitaria que afecta al mundo, y acatarán las decisiones del gobierno: “Sabemos que es complicado, pero veremos cómo generar y ayudar a que México no entre en una crisis más profunda”, concluyó.