Pese a que el matrimonio infantil -es decir con personas menores a 18 años- está prohibido tanto por el Código Civil como por la Iglesia Católica, es un fenómeno que continúa peresente, en especial en las comunidades rurales, predominantes en el sur del Estado de México y en municipios como San José del Rincón.
Si bien en lo que va del año la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM) no tiene denuncia alguna por matrimonio infantil, se reconoció que es aún un evento que se defiende como parte de los “usos y costumbres”.
De acuerdo con cifras de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), en el país 23 mil 605 niñas de 12 a 14 años están casadas, viven en unión libre o se encuentran separadas de su pareja, es decir, no son solteras, y corren riesgos graves como embarazos y partos prematuros, muerte por gestación o complicaciones en el parto, deserción escolar y la reproducción de la pobreza en su descendencia.
Este martes se hizo viral el caso de una menor de 15 en San Cristóbal Tecolit, que iba a casarse con un hombre que tiene tres veces su edad, y aunque la Arquidiócesis de Toluca aseguró que se trató de un error el que se corrieran las amonestaciones, y señaló que su normatividad prohíbe este tipo de enlaces matrimoniales, la realidad es que aún se presentan.