"Solo quiero salud, y que mi familia la tenga para estar todos juntos este y todos los 10 de mayo", relata la señora Juanita, de 67 años de edad, refiere que tras pasar por el COVID-19, la vida le enseñó a vivir y disfrutar cada día en compañía de su familia.
"Soy madre de siete hombres, todos ellos un amor, me reafirmaron lo que sienten por mí cuando caí enferma por el virus, son mi todo".
A diferencia de otros años, la señora Juanita, no pidió un vestido, pantalón, chocolates, algún electrodoméstico o dinero, sólo estar reunida y abrazar a sus hijos.
"Este año particularmente me hizo pensar para qué quiero algo material si todo se compensa con el amor de los nuestros, no importa si ya no tengo chanclas, lo que importa es que están mis hijos y estoy viva".
Así como ella, cientos de madres mexiquenses coincidieron que la pandemia hizo que lo material quedará de lado, ahora solo quieren salud y disfrutar cada instante con la familia.
"Miren ahorita ando aquí dando la vuelta de la mano con mi hijo viendo la gente, todo, eso es bonito para mí ya lo demás llega extra", refiere Carmen.
Hubo quienes señalaron que unas buenas vacaciones terminado la pandemia sería un excelente regalo.
"Ahorita tengo salud y eso es bueno, pero pues unas buenas vacaciones con gusto las acepto, que se hagan coperacha los hijos y nos vamos a Cancún", comenta entre risas Raquel.
El amor de una madre siempre está presente para los suyos, sin embargo la pandemia reforzó este sentimiento