El Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México reconoció que hay preocupación en el sector derivado del retraso en las obras de construcción del Tren Interurbano México-Toluca, el cual podría entregarse hasta el 2021, tres años después de lo previsto.
Laura González, presidenta del CCEM, reprochó que ya se tenían inversiones hechas en el sector de comercio y servicios en las inmediaciones de proyecto y las estaciones lo cual, lamentó, solo generará contracción en la economía e incertidumbre para la generación de inversiones.
“Imagínense la incertidumbre y las pérdidas económicas que en su momento habría, por lo menos de las que yo sé, cadenas comerciales que ya tenían planes muy específicos en torno a esta obra, más todos los estudios que se estuvieron haciendo en el comercio local para que pudiera detonar y se pudiera desarrollar a partir de estas estaciones y todo el trayecto, pues por supuesto que implica el que hoy se vea frenado otro sector paralelo al desarrollo tal como ocurrió con el Aeropuerto en Texcoco, no solo es la obra es lo que hay alrededor y es mucho”.
Advirtió que en caso de no acelerar la conclusión óptima del proyecto se podría acarrear el despido de hasta mil trabajadores que obtuvieron una fuente de empleo en las unidades económicas que se generaron a partir de la entrada en operación de tren.
La falta de claridad del gobierno federal para detallar cuándo comenzará a operar, dijo, solo ha derivado en una elefante blanco en el valle de Toluca que aseguró frena el desarrollo.