“Vine a ver a mi Lupita aquí, a Catedral, ya que mañana no podré celebrarla como otros años”, es la voz de doña Juana, quien hincada frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe ubicada en la Catedral de Toluca, le da las gracias por todos los favores recibidos este año.
“Lo hago desde ahorita, porque mañana, o bueno, a las doce de la noche no podré darle sus mañanitas como otros años. No quería dejar pasar su día. Es nuestra madre y merece su fiesta, pero el coronavirus no nos dejó”.
Con lágrimas en los ojos, le reza por aquellos que están en los hospitales, por quienes han perdido a algún familiar, por aquellos cuya esperanza se ha visto quebrantada por el COVID-19.
“Es muy feo todo esto que nos está pasando. Con el corazón en la mano, le pido por todos, no únicamente por nuestra familia. Merecemos todos el cariño de nuestra madre”.
Particularmente este año, los guadalupanos lamentaron no poder celebrar y llevar flores a su Virgen.
“Es un día triste para quienes somos Guadalupanos de corazón; no poder ir a su altar en la Basílica o alguna iglesia de aquí de Toluca para llevarle sus flores, su música y rezarle”, comenta el señor Juan Carlos, quien desde hace quince años asiste a la iglesia de Santa María de Guadalupe, ubicada en el Centro de Toluca.
Mañana será un 12 de diciembre diferente. No habrá peregrinaciones, no habrá mañanitas, no habrá festejos. El coronavirus apagó todas las esperanzas de los mexiquenses para celebrar el Día de la Virgen de Guadalupe.