Para hacer frente a la crisis ambiental que sufre el Valle de Toluca, familias se organizan para atender el cuidado de los niños que se han quedado sin escuela o guarderías.
Es el caso de la psicóloga y terapeuta, Isis Chávez López, quien ante el cierre obligado de los espacios educativos abrió las puertas de su casa para ayudar a los padres que trabajan.
Adaptando su espacio personal como guardería forma parte de las alternativas y escenarios que se están originando frente a un escenario atípico para todos en el Valle de Toluca: el cierre de actividades por la contaminación.
“Yo tampoco trabajé, soy de las que no se pueden quedar quietas, entonces, vi en el Facebook que alguien decía que cómo era posible que le avisarán a la mera hora que siempre no iba a haber clases, que con quién iba a encargar a sus hijos, entonces se me ocurrió decirles a mis tías, cuido a mis sobrinos, por tanto, de ahí en grupos de Facebook y pues me empezaron a hablar”.
Señala que lo más complicado es explicarles a los niños que su escuela está cerrada por la elevada contaminación que se registra.
“Me escribían mamás y me decían qué buena idea, esto es un salvavidas, ya estaba viendo si uno no iba a trabajar no podía faltar porque tenía mil pendientes la abuela no podía, la tía no podía fue una súper, ayuda para todas las mamás”.
El factor en contra para realizar actividades al aire libre ha implicado generar alternativas para que los pequeños pasen un tiempo agradable evidenciando también la falta de soluciones e información por parte de los gobiernos municipales y estatal.