Los maestros del Estado de México se encuentran en proceso de valoración del trabajo a distancia de los alumnos para entregar las boletas de calificaciones la próxima semana, y concluir el ciclo escolar; sin embargo, las condiciones actuales los obligaron a cambiar o adoptar diversos parámetros de evaluación.
Es el caso de la maestra de educación primaria Lorena Mercedes Loza Arriaga, quien dijo que, para evaluar a sus alumnos, se basó principalmente en el trabajo realizado en el aula antes de la contingencia, otorgando menos valor, pero sin desestimarlas, a las actividades hechas en casa, pues reconoció que no todos los niños se encontraban en igualdad de condiciones.
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Para la labor educativa desde casa, señaló, fue importante la participación de los padres de familia, y aunque en su grupo la mayoría estuvo pendiente y colaborando, hubo niños que, debido a las actividades de sus padres, permanecían solos en casa, o no todos cumplían: “la responsabilidad no depende de la distancia, sino de la enseñanza de casa”, dijo.
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“En lo personal no considere un cien por ciento la carpeta de experiencias, porque no todos los niños están en la misma ventaja. El tiempo de aula sirvió para conocer a los alumnos, sus carencias, necesidades y maneras de aprender, y eso fue tomado en cuenta para evaluarlos. Pero sí tiene validez la carpeta porque muchos hicieron el esfuerzo”, expresó.
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Los trabajos en casa, especificó, no se les enviaron para que fueran un determinante de evaluación, sino, principalmente, para que los niños, junto con sus padres, organizaran y ocuparan sus tiempos, ya que el encierro no es asimilado de la misma manera por todos, y en algunos ha provocado ideas suicidas.
La profesora refirió reconocer que cada alumno posee distintas competencias y habilidades, y siempre han sido factores que considera para emitir calificaciones. Esta vez no será la excepción, sumando las condiciones familiares y/o la falta de medios como el internet, caso que corrigió con uno de sus alumnos.