La escasez de medicamentos para tratamientos contra el cáncer que se registra a nivel nacional en hospitales públicos, ha orillado a que las familias los tengan que buscar y adquirir por su cuenta, en ocasiones a precios muy elevados, teniendo que desembolsar hasta 28 000 pesos.
Es el caso de la familia de Emiliano, un pequeño de cuatro años que lucha contra la leucemia linfoblástica de alto riesgo que le fue diagnosticada hace poco más de un año. De acuerdo con su madre, ha respondido bien a los tratamientos, por lo que temen que si esperan demasiado, como les piden en el Hospital del Niño del IMIEM, resulte fatal para él.
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La Secretaría de Salud del Estado de México reconoció que uno de los medicamentos faltantes es la Citarabina, cuyo precio en farmacias es de 300 pesos, pero debido al desabasto, la han adquirido hasta por 2 000 pesos y se debe aplicar cada 20 días. Otro de los medicamentos más caros es la Vincristina; la familia de Emiliano la ha conseguido en 1 400 pesos y también se le debe suministrar cada 20 días. Otro medicamento fundamental para el tratamiento del pequeño es el Ondaxetron, que tiene un costo de 700 pesos y sólo contiene tres dosis para tres días; sirve para evitar las náuseas tras cada proceso de quimioterapia que recibe.
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Aunque son más económicas y fáciles de adquirir, las pastillas de Dexametasona también están agotadas en el hospital, sin embargo, también representa un gasto constante, pues el menor tiene que tomar 14 diarias durante cinco días de cada mes; además, dichas pastillas le provocan gastroenteritis, que obliga a su familia a adquirir más medicamentos, como el Ondaxetron.
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El Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) señaló que no cuenta con Centro Oncológico, pero apoya a los niños con cáncer en el Hospital del Niño, donde se han realizado más de 1 700 quimioterapias y da seguimiento a 600 pacientes. A pesar de la falta de Citarabina y Ciclofosfamida, reiteró que cuenta con 25 claves de medicamentos para atacar el padecimiento bajo protocolos validados.