Al cierre de la séptima semana dentro del semáforo de riesgo epidemiológico en color naranja, la capital del Estado de México superó las mil muertes relacionadas con COVID-19, según cifras del Ayuntamiento de Toluca, basadas en las actas de defunción; de las cuales, además de los casos confirmados, se suman los emitidos como probables.
A pesar de la cifra acumulada, el presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, destacó que el ritmo de muertes diarias ha disminuido, situación que, atribuyó, comenzó desde la implementación del uso obligatorio del cubrebocas.
Aunque la tendencia de nuevos contagios se mantiene estable, al igual que el de casos sospechosos, el alcalde destacó la importancia de la disminución de muertes: "El pico más alto hasta el momento, esperemos no haya un rebrote, fue el del 24 de junio. Ya llevamos ocho semanas con tendencia a la baja en fallecimientos".
También atribuyó la tendencia a la baja a que la población tiene más conciencia de los síntomas de la enfermedad, por lo que acuden de inmediato a revisión médica, atacándolos de inmediato con tratamiento médico e impidiendo que lleguen a estado de gravedad, lo que también derivó en la baja de hospitalizaciones y muertes.
"Antes, la gente se sentía mal, no se atendía, no iba al doctor, iniciaba procesos de coagulación y morían. Eso ya no está pasando", expresó, tras añadir que en las últimas semanas se han alcanzado 100 muertes en 20 días, cuando, durante lo más álgido de la contingencia, se alcanzó dicha cifra en una semana.
Finalmente, el alcalde invitó a la población a continuar implementando las medidas de prevención: "Sigamos usando cubrebocas, mantengamos las distancias correctas, lavémonos las manos, tratemos de estar en casa tanto tiempo como podamos", anunció.
Al corte del sábado 5 de septiembre, Toluca acumuló 5 732 casos positivos y 741 muertes oficiales, según datos de la Secretaría de Salud estatal.