El sector empresarial privado avisora un segundo semestre de año complicado debido a la crisis provocada por la pandemia del nuevo coronavirus, por lo que estiman que la estabilización económica podría tardar en llegar hasta 2021, y la recuperación, comenzar en el 2022.
Aunque se ha dado la reapertura de muchos giros, se perciben ingresos mínimos, y muchas empresas y comercios que habían soportado el cierre y mantenido a su personal, se enfrentarán con grandes complicaciones, pasando por altas y bajas durante el resto del año, en las que con total seguridad tendrán que hacer recortes de personal o cerrar de forma definitiva.
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Las empresas con mayor afectación y que resentirán esta situación son las pequeñas y medianas, por lo que la cifra de desempleo en México podría alcanzar los dos millones, refirió Enoch Castellanos Férez, presidente nacional de Canancintra, durante su participación en la sesión del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem).
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Por falta de apoyo gubernamental, las empresas han buscado liquidez a través de la banca comercial, sin embargo, señaló que tampoco es una opción, pues únicamente 28% de los solicitantes está accediendo a créditos, financiamientos que deberían ser más blandos, pues sólo sirven para darles un respiro temporal, y recomendó a los micro, pequeños y medianos empresarios no aceptar financiamientos con la banca u otros medios, si no poseen garantías de cómo lo pagarán.
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En búsqueda de un respaldo económico, el líder empresarial señaló que recién propuso a las autoridades federales la posibilidad de diferir el pago de factura de CFE, comenzando a pagar el servicio del resto del año en marzo de 2021, y de forma dividida a lo largo de 10 meses.
Para enfrentar la coyuntura actual, también sugirió la reinvención y acercamiento a los mecanismos digitales en las operaciones y acciones de comercialización, pues lamentó cómo sólo el 2.1% de las mipymes realiza ventas por internet: “Hay que ser más creativos“, concluyó.