Con tan sólo cinco años, Karla ya conoce el dolor que produce una fractura, pues al estar brincando en la parte alta de la litera en la que duerme, tropezó con sus juguetes y cayó, lo que le ocasionó la ruptura de su clavícula.
"Estaba jugando arriba con su hermana, sólo que ella bajó por agua, y se quedó un momento sola. Cuando la escuchamos llorando muy fuerte y tuvimos que acudir con el médico, quien nos dijo que era una fractura", comentó Luisa, madre de la menor.
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Como Karla, cientos de niños sufren accidentes en sus casas, sin embargo, durante abril y mayo, las llamadas telefónicas desde los domicilios descendieron 10%, la mayoría de ellas relacionadas con accidentes de menores y por enfermedades, informó Francisco Rodríguez Abarca, coordinador de Socorros de la Cruz Roja Mexicana delegación Estado de México.
Rodríguez Abarca, también resaltó que las llamadas de calle a los servicios de urgencias disminuyeron 23% en comparación con el año pasado; la mayoría estuvieron relacionadas con accidentes automovilísticos y atropellamientos.
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Si bien, los números fueron a la baja, el personal de la Cruz Roja Mexicana hace el llamado a la población para mantener medidas que prevengan accidentes dentro y fuera de los domicilios y así evitar desenlaces fatales.
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A partir del accidente de Karla, Luisa ha modificado los lugares donde sus hijas realizan sus actividades para reducir el riesgo de un nuevo incidente.
"Ya tratamos de que jueguen en el jardín sin que estén sobre algo; buscamos lugares para evitar que entren en contacto con herramientas, líquidos y cables, pero siempre cuidándolas mucho".