Sin pensarlo, para José Leandro y su esposa, Sandra Ruiz, un espacio de siete metros cuadrados se convirtió en una oportunidad frente al desempleo que tocó a sus puertas sin previo aviso y no sólo les dio de comer, sino que también les permitió generar una nueva fuente de ingresos.
Hace diez años, la pareja de hoy emprendedores comenzó a sembrar hortalizas y plantas medicinales, que al principio sólo eran para el control de plagas, de ahí lograron alimentarse pues el dinero escaseaba, pero nada los venció. Comenzaron a notar que su huerto les daba muchas bondades y por ello, comenzaron con IXIS, un negocio de salud y bienestar a base de plantas medicinales.
“De ahí salió el alimento para unos seis meses, y nos dimos cuenta de la calidad, que el suelo nos da productos de manera natural sin utilizar plaguicidas ni pesticidas químicos, todo es orgánico. Nos permitió generar ingresos para la familia y el desarrollo profesional de mi esposa que es ingeniero agrónomo”.
En el Estado de México, hasta el 48 por ciento de la población tiene una actividad informal, no cuenta con prestaciones o bien realiza actividades no remuneradas, sin embargo para José Leandro, perder su trabajo como diseñador industrial, fue una experiencia tan terrible como necesaria para entender que se puede ser sustentable sin dañar al ambiente, y que la economía circular deber resurgir.
“Lamentablemente nos piden que tengamos una certificación y en cuestión de costos no es fácil para un pequeño productor, las licencias son caras, estamos hablando de al menos 10 mil pesos anuales, pero hay alternativas de crecimiento, y eso es lo bueno”.
Hoy, la tierra les ha permitido crear 35 productos orgánicos para muchos males, como la Pomada Natural que tiene aplicaciones para desinflamar, para el dolor muscular y para relajar, entre otras; la moringa en polvo, la stevia, talco para pies con lavanda, jabones anti acné, entre otros, bajo la marca IXIS, que se comercializa en los lunes de huerto de DIF, en la Concha Acústica.
Para ellos, sembrar y cosechar sus propios alimentos les ha desarrollado el amor a la tierra, enfrentar una predilección por la comida rápida y alimentos procesados, evitar químicos cancerígenos y hacer honor a los conocimientos “de los abuelos”.
Actualmente, la familia Mendoza cuenta con dos túneles de 80 centímetros por 7 metros de largo donde siembran distintas variedades de lechugas, acelgas, perejil, cilantro, rábanos, frijol ejotero, plantas medicinales como barrera para plagas, todo con una inversión de aproximadamente de 10 mil pesos, , pues siembran bajo la técnica de rotación de cultivo.