La segunda y tercer semana de enero, han sido las más cruciales para el sector funerario en el Valle de Toluca, y es que se registró un aumento considerable en el número de servicios, lo que ha provocado saturación en los hornos para realizar el procedimiento de incineración, comentó Gabino Zarza Sánchez, miembro de la Unión de Funerarias.
“Algo que te quiero comentar es que los hornos crematorios también están trabajando día y noche”.
Señaló, que por día llegan a incinerar hasta ocho personas lo que significa un aumento en servicios de más del 80 por ciento en comparación con años anteriores.
“En algunos casos si una persona fallece y de momento se quiere cremar, tiene que esperar aproximadamente día y medio”.
El proceso de incineración es más largo para los familiares, desde el momento en el que uno de sus integrantes llega a fallecer en casa o en algún hospital por COVID-19.
“Pará poder iniciar el proceso de cremación eso es lo más complicado, y es que entra ahí otro problema, que el Hospital no quiere tener por mucho tiempo el cuerpo ahí”.
Finalmente, detalló que algunas funerarias del Valle de Toluca tampoco cuentan con espacios para mantener los cuerpos mientras les hacen la recepción en las instalaciones que tienen hornos.