Familiares de las personas que murieron el pasado 11 de agosto en la carretera México-Toluca, al volcar el camión de la línea Futura en el que se dirigían a Jalisco, ofrecieron una misa por su descanso.
Una a una, fueron llegando al paraje conocido como "La Escondida", sitio donde se registró el accidente. Los familiares con playeras blancas, veladoras y fotografías de sus seres queridos escucharon la misa encabezada por el padre Jesús Martínez, de la parroquia de la Santa Cruz.
"Clamamos para nuestros fieles difuntos, familiares, amigos, desconocidos pero hermanos de la fe, pidiéndole al Señor que los reciba en su gloria, en su reino; que les dé el eterno descanso, como dice la palabra de Dios; que ojalá los haya encontrado fieles a su servicio. Para los familiares no hay palabras para describir el dolor, la ausencia de un ser querido", comentó el párroco.
En su mensaje, el cura también pidió para que los accidentes cesen en el tramo 38, ya que por años se ha cobrado la vida de cientos de personas.
Con lágrimas en los ojos y un dolor visible, familiares de Maximiliano y Said, dos de los menores que murieron en el accidente, sólo se limitaron a pedir justicia, ya que, hasta la fecha, nada se sabe acerca del operador.
"Es la primera vez que nos pasa esto. El chofer se dio a la fuga y la empresa nos está ayudando muy poco con mi hermana. Casi no nos responden las llamadas, o tarda mucho en llegar el dinero para comprar los medicamentos. Ahora sí quiero que se haga justicia; que la empresa no acepte a cualquier persona para trabajar".
Han pasado 15 días del incidente y la hermana de los dos pequeños, de nombre Isabella, aún se debate entre la vida y la muerte en el Hospital Nicolás San Juan; sin embargo, su hermano mayor confía en que pronto saldrá adelante.