El río Lerma es uno de los más grandes en el país, nace en los manantiales de Almoloya del Río, en el Estado de México, corre hasta Querétaro, Guanajuato, Michoacán y desagua en el lago de Chapala en Jalisco, sin embargo, es uno de los más contaminados y en algunos parajes, está muerto.
Justo en la zona que corresponde al Valle de Toluca, en los municipios de Lerma, San Mateo y la capital mexiquense, el agua que corre en este río, en el que los abuelos pescaban cuando niños, no hay oxígeno, y lo peor es que los pozos de agua están también contaminados.
Debido principalmente a la minería, desde 1906 se reportaba la muerte de la fauna del Río Lerma y el envenenamiento de suelos y animales que bebían dicha agua. Sin embargo, continuaron con las prácticas mineras.
Actualmente, son las empresas, en especial las textiles, y los desperdicios ciudadanos los que han cambiado el agua cristalina y llena de peces por aguas negras en las que flotan desperdicios, desde plásticos, animales y hasta colchones.
Cansada de esta situación, Lisset González Rodríguez, directora del Coro Juvenil de Toluca, decidió dejar el activismo de redes sociales, pasar del like a la acción y sumarse a un esfuerzo local: Sanear el río Lerma con cáscaras de huevo a través de H2O Lerma.
Este colectivo comenzó con ciudadanos preocupados por dar alternativas de solución para mejorar no solo el ambiente, el agua, sino también la salud de las personas.
Arsénico, flúor, silicio, plomo, cadmio y cromo, son algunos de los elementos detectados en el Lerma y otros cuerpos de agua, lo que ha generado que enfermedades crónico-degenerativas como el cáncer se presenten con más frecuencia y más agresivos.
"Yo tengo familiares en San Pedro Tultepec, conozco al Lerma de toda la vida, cuando vi una publicación en Facebook sobre los cascarones de huevo, inmediatamente me llamó la atención por la simpleza, me puse a investigar, me pareció una oportunidad muy importante para colaborar.
Todos nos quejamos pero al final del día, solo es eso".
El problema es grande, reconoció, y por ello merece la atención de todos, en especial de la ciudadanía, pues es justo en ese sector social en el que deben nacer las soluciones a las problemáticas actuales.
El proyecto es simple, este sábado recolectarán cáscaras de huevos, mismas que deben estar limpias y trituradas; esto con la finalidad de hacer zanjas compostales.
"El Lerma tiene metales muy pesados y eso contamina terriblemente, este proyecto es una opción doméstica para combatir algunos de estos metales pesados que están contaminando los mantos freáticos y también los veneros de agua".
La recolección se lleva a cabo el 27 de de abril de 10:00 de la mañana a 2:00 de la tarde en las instalaciones de la Escuela de Música Sacra Diocesana, mientras que el próximo 5 de mayo en la explanada del municipio de Lerma, se llevará a cabo una mega recolección de cascarones de huevo.
La segunda fase del proyecto impulsado por activistas ambientales de las riberas del Lerma, consiste en realizar las zanjas compostales, rellenarlas con los cascarones y activarlas con calidra, que es una piedra formada de carbonato de calcio y agua, lo que permite la absorción de los metales pesados.
Las tercera acción será la gestión con las autoridades municipales, federales y estatales para que hagan lo propio con las industrias, pues más de 500 empresas vierten sus residuos tóxicos al río.
"Es muy folclórico verter opiniones en internet, ya sea descalificando, echando porras, apoyando; pero ya basta del opinómetro digital, es tiempo de actuar. La primera fecha nos permitirá qué tan efectiva fue la campaña de abril, y entonces, a partir de lo que veamos nos va a permitir fijar las líneas de acción para siguiente fecha".
Las aguas residuales al ser descargadas en aguas superficiales, que usan para su consumo las comunidades instaladas río abajo, propician la proliferación de las sustancias tóxicas pueden afectar la salud y modo de vida, además de atentar contra la biodiversidad de los ecosistemas -terrestres y acuáticos- e inclusive pueden entrar en la cadena alimentaria.
Cabe destacar que el 80% de la contaminación del vital líquido proviene de los hogares, los cuales en su mayoría son desperdicios domésticos, desperdicios humanos, químicos en especial de plásticos.