Son múltiples los motivos por los que un niño o adolescente decide lastimar en el entorno escolar, pero su comportamiento violento está principalmente relacionado con un tipo de crianza caracterizado por el autoritarismo, la negligencia, los golpes o el abandono de los padres, detalló la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México, Brenda Mendoza González.
La experta de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Autónoma mexiquense precisó que es posible identificar el perfil de bullying en un estudiante antes de que este derive en una tragedia e, incluso, el revertir este comportamiento nocivo.
“El niño o adolescente agudiza gradualmente su comportamiento violento y, por esta razón, es necesario capacitar a los profesores para que adquieran herramientas que les permitan identificar esta problemática”, abundó la universitaria, quien como parte de su trayectoria profesional ha desarrollado manuales y protocolos de acción para atender el acoso escolar.
Es vital, puntualizó, que las escuelas mantengan comunicación constante y eficiente con los padres o responsables de los niños, que se organicen asambleas escolares para informar sobre lo que ocurre dentro y fuera del aula, que se apliquen los reglamentos internos, así como un trabajo coordinado con instituciones de asistencia infantil y familiar.
Tras años de investigación, la especialista de la UAEM caracterizó el perfil de bullying, que se identifica con estereotipos sociales como el machismo, el racismo o el clasismo. “Son niños impulsivos, sin autocontrol, sin empatía y que magnifican o distorsionan problemas”.
Brenda Mendoza González concluyó que de no detener el perfil de bullying a temprana edad, el comportamiento violento se replicará en otros entornos y contra otras personas durante la vida adulta.