En el Estado de México radican 1 millón 807 074 adultos mayores, es decir, personas de 60 y más años de edad, según el informe del Consejo Estatal de Población (COESPO) al 2019; cifra que representa 10.48% de la población mexiquense total. Este año, dicho grupo se enfrentó a una situación compleja, al ser el de mayor vulnerabilidad de riesgo ante la pandemia de COVID-19.
De acuerdo con Brenda Emilia Chino Hernández, especialista en geriatría del Hospital General Regional (HGR) 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el distanciamiento social más estricto que forzó la emergencia sanitaria del nuevo coronavirus, llevó a que los adultos mayores estén más propensos a la depresión y ansiedad.
Por ello, la especialista destacó la importancia de realizar estrategias de prevención que, luego, deriven en otros problemas de salud, las limitantes de acercamiento presencial, dijo, no limitan la convivencia familiar. Recomendó dedicar mínimo una hora diaria a actividades con los abuelitos.
En el marco del Día Nacional del Adulto Mayor, que se conmemora este 28 de agosto, Chino Hernández señaló que actividades como el tejido, las manualidades o tomar cursos en línea reducen el riesgo de pérdida de la memoria; así mismo, sostener videollamadas con sus seres queridos pueden mejorar su salud y estado de ánimo.
Comúnmente, las personas mayores presentan problemas de salud como delirium, deficiencia visual y auditiva, afectaciones por caídas, aparición de llagas debido a la falta de movilidad o problemas bucales que provocan la pérdida de piezas dentales; además de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, que son las que los hacen más susceptibles ante la actual contingencia sanitaria.
En lo que va de la contingencia causada por COVID-19, en el Estado de México han muerto 5 339 adultos mayores de 60 años, en su mayoría hombres, concentrándose en edades entre los 60 y 64 años, y en mujeres de entre 65 y 69 años, según cifras estadísticas del Gobierno federal.